United States or Eritrea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Domina el gusto ágrio, aunque puede ser dulzoso, el aliento es malo, no hay apetito, el disgusto es continuo, especialmente para la carne y alimentos grasos y cocidos; la sed varía, si bien suele ser muy pronunciada en los primeros dias; las náuseas conducen con frecuencia á vómitos mucosos, ágrios; el epigastrio está caliente, dolorido, es el punto de unas punzadas que se observan tambien en toda la estension del vientre; hay además una sensacion de malestar, de constriccion ó de plenitud.

Servían los pericos y las pajaritas tan bien y con tanta precisión como los soldados que maniobran en una parada á la orden de su General. Los platos eran exquisitos, y todos crudos ó fiambres. Si la comida no disgustó á Migajas al comenzar, pronto empezó á producirle cierto empacho, aun antes de haber tragado como un buitre.

Para colmo de amargura, no tardó en sentirse seguida del anciano Gerif, quien receloso de alguna resolución peligrosa, pues ya conocía cuán a disgusto de María era el emprender la fuga al Africa, no apartaba los ojos de ella. Por lo mismo, así como ella salió por los jardines, no iba Gerif lejos de sus huellas.

En su deseo de cumplimentar a la viuda, no veía que sus galantes cumplimientos ponían luces de disgusto en los ojos de Simón y que ensombrecían su buen humor. Levantáronse de la mesa y pasaron a la terraza, en el momento en que el sol desaparecía tras los bosques de Montegrande. La señora Liénard se hizo traer una cafetera rasa y preparó por si misma el café.

Antes de ir al café había tenido un vivo altercado con Refugio, por pretender ésta que fuese con ella a Gallo, y el disgusto con su querida, a quien tenía cariño, le revolvió más la bilis.

¿Cómo realizar este retorno? Aquí está nuestro problema. Hay que «hacer las paces». Ya oigo la respuesta. Debe empezar el que tenga la culpa del disgusto. Pero es el caso que cada uno de los cónyuges cree que la culpa la tiene el otro.

¿Y qué impresión le ha producido a usted la noticia? ¿De disgusto o de alegría? No qué responder y me pone usted en un verdadero compromiso. Déjeme tiempo para que pueda darme cuenta de lo que me pasa. Ese acontecimiento no puede alegrarme, ya lo sabe usted.

Desde el grave disgusto que aquél había sufrido y su marcha repentina, apenas había vuelto al teatro por temor de encontrarse con Elena; no asistía a ninguna tertulia, ni había tomado en manos la escopeta para cazar. El verano lo habían pasado en Santander.

La noticia de la visita de la policía al palacio de Villamelón había llegado a las altas esferas del Gobierno, causando en ellas sorpresa y disgusto: ignorábase allí la causa de aquella violenta medida del gobernador, y esperábase todavía, por otra parte, obligar a la Albornoz a aceptar el cargo de camarera, a pesar de la escena cómico-dramática que entre ella y el excelentísimo Martínez había tenido lugar la víspera.

Empero, después de mucha persuasión, conseguí que consintiera en que se le avisara al hombre misterioso el puesto que debía ocupar, y que lo recibiera sin dar a conocer el menor signo de disgusto o antipatía.