United States or Portugal ? Vote for the TOP Country of the Week !


A más de los anteriores trabajos, son dignas de citar, y muy en primer término, las obras femeniles.

Si de las condiciones de la vida pastoril, tal como la ha constituído la colonización y la incuria, nacen graves dificultades para una organización política cualquiera, y muchas más para el triunfo de la civilización europea, de sus instituciones, y de la riqueza y libertad, que son sus consecuencias, no puede, por otra parte, negarse que esta situación tiene su costado poético, fases dignas de la pluma del romancista.

Y miraba con espanto a su propio hogar, que le parecía lo más cenagoso y lo más profundo de la charca; y todo se le ocurría, menos el fácil recurso de cerrar sus puertas a la peste de afuera, purificarse ella misma arrojando de su cerebro la podredumbre de sus ideas y trocarlas por otras más dignas de aquel purísimo sentimiento que la naturaleza había infundida en su corazón.

Por mucho de notable que tuviera el exterior de este establecimiento, con su puerta verde, sus cortinas blancas, su redoma de sanguijuelas, su cartel de letras rojas, adornado con dos viñetas dignas de Maella, que representaban la una un individuo en el momento de ser afeitado, y la otra una dama á quien sangraban en un pie, mucho más notable era su interior.

Hablo en mi libro únicamente de las ciudades que he visto; el viajero tiene todavía algunas otras dignas de ser visitadas: Granada, Córdoba, Toledo, Santiago, Leon, Salamanca. Continuando nuestra rápida reseña sobre España, vamos á consignar unos ligeros apuntes sobre algunas otras ciudades que tambien conocemos.

La desolación que causó a las dignas señoras de Porreño aquel suceso, no se expresa con las frías palabras de la historia.

Pero el autor desta historia, puesto que con curiosidad y diligencia ha buscado los hechos que don Quijote hizo en su tercera salida, no ha podido hallar noticia de ellas, a lo menos por escrituras auténticas; sólo la fama ha guardado, en las memorias de la Mancha, que don Quijote, la tercera vez que salió de su casa, fue a Zaragoza, donde se halló en unas famosas justas que en aquella ciudad hicieron, y allí le pasaron cosas dignas de su valor y buen entendimiento.

Hasta entonces no se había exigido a las obreras del taller sino buena conducta y legitimidad de origen porque no eran dignas de trabajar para tan santo fin las ovejas descarriadas ni las hijas del pecado; en adelante se las exigió someterse a ejercicios piadosos, explicación de la doctrina cristiana y asistencia a determinadas solemnidades en la capilla del convento.

Estas noticias, por las cuales se viene en conocimiento de lo que era una parte de la población de Sevilla entonces, son en extremo curiosas y dignas de ser recordadas, máxime cuando el mayor número de los alumbrados pertenecían al sexo bello y eran, además, jóvenes y bien parecidas.

Ni los lamentos ni las exclamaciones sirven para nada, si no hay copioso número de comedias, dignas de formar repertorio, y que se distingan por sus condiciones dramáticas y genuinamente poéticas.