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Sus primeras novelas, El silencio, Había una vez y otras, le dieron a conocer inmediatamente. El mismo Tolstoi saludó la aparición de esta estrella ascendente. El joven escritor tuvo un feliz principio. La crítica le consagró elogiosos estudios: los editores solicitaban su colaboración. Sus posteriores novelas pusiéronle al lado de otros dos grandes novelistas rusos: Gorky y Chejov.

Levantámonos todos, dio gracias el Cura, respondímosle cumplida y devotamente, y se fue con don Pedro Nolasco, no sin haberme hecho volver a ver las estrellas con los apretones de manos que me dieron por despedida.

Toda la gente que había en Praga la miraba, y ella más parecía corrida que orgullosa. Salimos... tras, tras... calle de Alcalá, Peligros, Caballero de Gracia, ellos delante, nosotros detrás. Por fin dieron fondo en la calle del Colmillo. Llamaron al sereno, les abrió, entraron.

CAP. X. De la Refriega, que nos dieron los Indios.

CAP. XXXII. De como nos dieron los coraçones de los venados.

Así dieron ambos buen rodeo y llegaron a una choza bastante capaz, donde, al amor de la lumbre y en torno de una gran chimenea que tenía poco que envidiar a la de doña Inés, aunque carecía de escudo de armas, había otros dos pastores, viejos ya, y un chiquillo de diez o doce años, que debía de ser hijo del guía de don Paco.

9 Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo tomaron, y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, el cual buscó al SE

»Aprovechando uno de aquellos momentos en que el estado de Cornelia dejaba entrever ciertas esperanzas de curación, le dieron la noticia, y como pensaron que su salud podía depender de esta unión tan deseada, se fijó el día y se convino en celebrar el enlace en una capilla inmediata a la casa. Debía ser ayer, a esta misma hora, y precisamente cuando ella cumplía los diez y siete años.

Todas, pues, se dieron el parabién de que León Hebreo no hubiera sido gravemente ofendido. El Rey, no sin meditar para mejor ocasión algo en desagravio y obsequio de León Hebreo, hizo que, por lo pronto, dos de su guardia de a pie le acompañasen y le escoltasen hasta su posada.

Se fabricó dicho puente con palos clavados en el arroyo, afianzados estos pértigos con varas, y sobre estas se entretejieron otras á lo largo: y así dieron paso á la gente.