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Lo diré de una vez: los ejemplos que suelen abundar en los libros de dialéctica de nada sirven para la práctica: quien creyese que con aquel mecanismo ha aprendido á pensar, puede estar persuadido de que se equivoca. Si lo que acabo de exponer no le convence, la experiencia le desengañará. Utilidad de las formas dialécticas.

Cuando todos desaparecieron, Ra-Ra volvió á examinar la parte alta y sinuosa del palacio universitario, donde estaban las habitaciones de los doctores jóvenes. Los más de ellos se habían ido á la peregrinación patriótica, y así se explicaba que las terrazas y las galerías permaneciesen silenciosas, sin el ordinario rumor de peleas dialécticas.

La primera contestación de Santa Cruz fue romper a reír. Su mujer le tapaba la boca para que no alborotase. Después el muy tunante empezó a razonar sus explicaciones, revistiéndolas de formas seductoras. ¡Pero qué huecas le parecieron a Jacinta, que en las dialécticas del corazón era más maestra que él por saber amar de veras!

Cierto sugeto, muy conocido mio, se habia tomado el trabajo de examinar todos sus discursos á la luz de las reglas dialécticas; no si en la actualidad conservará todavia este peregrino humor; miéntras tuve ocasion de tratarle no observé que alcanzase gran resultado. Analicemos algunos de estos ejemplos, y comparémoslos con la práctica. Trátase de la pertenencia de una posesion.

Con el auxilio de las formas dialécticas, traveseaban en demasía los ingenios sutiles y cavilosos; con las formas oratorias se envuelven á menudo los espíritus huecos. Est modus in rebus . La inspiracion. Es un error el figurarse que los grandes pensamientos son hijos del discurso; este, bien empleado, sirve algun tanto para enseñar, pero poco para inventar.

Cuando después de una de estas reyertas quedaba la pobre Eladia llorosa y con algún rasguño en las mejillas, solía tomarla su tío de la mano y conducirla á un rincón para emplear con ella las fuerzas dialécticas con que Dios le había dotado. Vamos á ver, niña, respóndeme. ¿Quién ha hecho á tu tía? Eladia le miraba estupefacta sin despegar los labios.

Tiene los dos extremos, mas no el término medio; término que no se lo ofrecerá ciertamente bajo formas dialécticas. ¿Cómo se llama este hombre?

Sus facultades dialécticas se habían desarrollado de modo tan desmesurado que nadie osaba hacerle frente á no ser que estuviese borracho perdido. Por lo cual muchas veces se veía obligado á forjarse un adversario mentido con quien contendía en voz alta. Era por lo general alguno de los que se habían quedado dormidos sobre un banco de la taberna.

Sin embargo de lo dicho, no negaré que esas formas dialécticas sean útiles aun en nuestro tiempo, para presentar con claridad y exactitud el encadenamiento de las ideas en el raciocinio: y que si no valen mucho como medio de invencion, sean á veces provechosas como conducto de enseñanza.