United States or Ecuador ? Vote for the TOP Country of the Week !


A la derecha, la sierra azul, de masa uniforme y sin contornos, se alejaba, desvaneciéndose en el fondo del firmamento, donde al fin quedaría como el espectro de un mundo. Marcábanse las curvas del río por jirones de niebla desvanecida, vellones sueltos, que se iban reuniendo hasta formar un velo salpicado de motas blancas, o sea la ropa de los lavaderos.

Jacinta le contemplaba en su mente con aquella imparcialidad tan recomendada, y... la verdad... el parecido subsistía... aunque un poquillo borroso y desvaneciéndose por grados. En la desesperación de su inevitable derrota, encontró aún la dama otro argumento. «Tu mamá también le encontró un gran parecido». Porque le calentaste la cabeza. y mamá sois dos buenas maniáticas.

Las formas de las cosas se desvanecían, perdidas poco a poco en la incertidumbre de la naciente oscuridad, y los contornos de árboles, caseríos, lomas y plantíos iban desvaneciéndose, permitiendo apenas destacar sus negras masas entre los espirantes resplandores del día.

Se ensanchaba su pecho, desvaneciéndose la opresión que le había martirizado hasta poco antes, como si la tierra entera gravitase sobre su tronco. Sentía que en el interior de su cráneo se iban disolviendo las nebulosidades de su pensamiento. Deliraba aún, pero su delirio no se desarrollaba cortado por escenas de terror y gritos de angustia.

Aspiramos un momento con delicia la atmósfera cargada de emanaciones vegetales, y luego el grupo de islas empieza a perderse en el horizonte, desvaneciéndose como una ilusión. Estamos en los trópicos; el calor comienza a ser sofocante y las largas horas que se extienden del almuerzo a la comida, son realmente insoportables.

Aprovechó el maestro aquella oportunidad para explicarle las propiedades nocivas del acónito, cuyos oscuros capullos veía en su falda, y arrancó de ella la promesa de no tocar flores de aquella planta, en tanto que fuese alumna suya. Después, habiendo puesto a prueba su integridad, se quedó satisfecho, desvaneciéndose el extraño sentimiento que antes le había sobrevenido.

Berbel estaba anonadada, inmovilizada por el terror; mas las últimas nubes no tardaron en huir de la caverna, desvaneciéndose en el azul infinito. Entonces Yégof penetró bruscamente en la cueva y se sentó cerca del manantial, con la cabeza entre las manos, los codos en las rodillas y contemplando con mirada huraña cómo hervía el agua.

De pronto, su atención se concentraba para recordar. Algo le había ocurrido; algo le esperaba. «¡Ah, !» Y después de reconstruir en su memoria lo de aquella tarde é imaginarse lo del día siguiente, volvía á su lectura sin sentido. Las páginas fueron desvaneciéndose como pedazos de niebla; sintió su mano más ligera: el libro acababa de caer sobre la cama.

El chisporroteo del metal al ponerse en contacto con la atmósfera, poblaba el espacio de puntos de luz, de llamas rotas en infinitos fragmentos. Eran mariposas azules y doradas que revoloteaban vertiginosamente con alas de vibrantes puntas; mosquitos verdosos que zumbaban un instante, desvaneciéndose para dejar paso á otros y otros, en interminable enjambre.

El recuerdo de la ribera del río y las alegres lecciones de Celinda fué desvaneciéndose. Hubo algo dentro de él que intentó resistirse todavía á esta influencia. Pasó por su memoria el recuerdo de las heroínas fatales de los libros. Hizo un movimiento como si fuese á decir «no», y llevó sus manos á las manos de ella para despegarlas de su pecho.