United States or Cyprus ? Vote for the TOP Country of the Week !


Entre godos eran solo estas discordias i semejantes á las de dos fieras que despues de darse favor para conseguir una presa, i despues de conseguirla riñen furiosamente con propósito cada cual de hacerla suya. Ni eran despreciados, ni oprimidos.

Su gran carácter elevado y magnánimo, fué herido de un modo cruel por la ingratitud y la bajeza de aquellos falsos amigos. ¡Horrible tormento debe de ser vivir y morir en la obscuridad cuando se ha nacido para brillar en la cúspide de la sociedad humana, y consumir las fuerzas recibidas del cielo en el vacío y la inacción! ¡Más fiero dolor todavía es ver despreciados los más nobles trabajos del espíritu, los esfuerzos generosos por el triunfo del bien y la verdad!

Juan Anio de Viterbo, el P. Herman de la Higuera son despreciados de todos los hombres de juicio, porque descubiertamente, y de intento han engañado á muchos, fingiendo aquel inscripciones antiguas, y este libros apócrifos, como son los Cronicones de Flavio Déxtro, y otros que ha rechazado D. Nicolas Antonio.

Pero Miguel, arrastrado del deseo de lucir su habilidad en este nuevo ejercicio, no quiso atender a la negativa y se puso a cacarear de lo lindo en todos los tonos agudos y graves. La niña, agitada, convulsa, con los ojos espantados, gritaba cada vez con más fuerza: ¡No... ina no...! ¡feya, feya! Fue necesario terminar. El artista quedose un tanto mohíno viendo despreciados sus esfuerzos.

Los que no eran sobrios evitaban emborracharse francamente como los marineros de otros mares, disimulando la rudeza del brebaje alcohólico con el café ó con el azúcar. Caragòl era el encargado de beberse todos los «calentitos» despreciados por el capitán, con otros más que se dedicaba á mismo en el misterio de la cocina.

En esta baja tierra, encerrado nuestro espíritu en este cuerpo mortal y flaco, y asistido y servido por sus órganos durante breve tiempo, que huye para nunca volver, Fray Miguel entendía que era menester conquistar el respeto, la nombradía y el valor y el mérito que por toda una eternidad hemos de poseer, siendo por ello remunerados o castigados, glorificados o despreciados.

Emma, que en algún tiempo había desdeñado, no sin coquetería, la adoración de sus primos y tíos pues también tenía tíos apasionados ahora, es decir, después de haber perdido la flor de la hermosura, sobre todo la lozanía, por culpa del mal parto, gozábase en recordar los antiguos despreciados triunfos del amor, y quería rumiar las impresiones deliciosas de aquella adoración pretérita.

Los atlots despreciados se retiraban, cuando no sentían gran interés por la muchacha, trasladando sus amores algunas leguas más allá; pero si estaban realmente enamorados, seguían acechando la casa, y el preferido tenía que pelearse con sus antiguos rivales, llegando milagrosamente al casamiento a través de cuchillos y pistolas. La pistola era como una segunda lengua del ibicenco.

Y en aquel momento, al revolver aquella carta, después de tantos años, aquel turbio oleaje de penas abrumadoras, punzantes desdenes, ofensas terribles, negras ingratitudes, lágrimas solitarias y despreciados sacrificios, veía la infeliz levantarse en su corazón el amor a su marido, vivo siempre, fuerte, avasallador, resistiendo al olvido, al desdén, al insulto, al tiempo mismo y a la ausencia misma, viviendo sin esperanzas que le mantuvieran y le dieran savia, y por eso, inmortal como el alma.

La apoplejía misma no halla en él un agente curativo, cuando árnica solo es preferible en sus prodromos frecuentemente despreciados, desapercibidos ó muy rápidos; pero vuelve el acónito á tener lugar en el tratamiento, cuando habiéndose vencido con otros medios la congestion, el corazon toma su influencia activa; en este caso, árnica ó algun otro modificador mejor apropiado, debe asociársele generalmente.