United States or Namibia ? Vote for the TOP Country of the Week !


He aquí ya a Fígaro con licencia: no esa licencia tan temida, esa licencia-fantasma, esa licencia que nos ha de volver al despotismo, esa licencia que está detrás de todo, acechando siempre el instante, y el ministro, y el... No, sino licencia de imprimirse a mismo. Ya no falta más que imprenta. Corro a una... Aquí es imposible: no hay letra. Corro a otra.

Tan sólo cuando observaba algún rasgo del despotismo escandaloso que éste ejercía sobre su ídolo, alguna frase despreciativa que hacía asomar las lágrimas á los ojos de la bella, se oscurecía su semblante y quedaba silencioso y sombrío largo rato.

Es preciso emprender un nuevo camino, en que lejos de hallarse alguna senda, sea necesario practicarla por entre los obstáculos, que el despotismo, la venalidad y las preocupaciones han amontonado despues de siglos ante la felicidad de este continente. Las palabras de Moreno desmienten esta calumnia, y ellas forman el verdadero y único programa del 25 de Mayo de 1810.

«Bajo la ígnica cruz del cristianismo «Que corona tu domo, el despotismo «Yace herido del rayo popular, «Y la divina imágen que soñaron «Los hombres que tu basa levantaron «Le oprime con su planta de titanEs mi barco mi tesoro, Es mi Dios la libertad. Espronceda. Es una linda goleta Ligera como la brisa, Que en el Plata se desliza Cual fantástica vision.

Si tan malos fueron aquellos tiempos, Gabriel dijo el Vara de plata , ¿cómo los españoles mostraban tanta conformidad? ¿Por qué no hacían pronunciamientos y sublevaciones como en esta época de perdición? ¿Qué habían de hacer? El despotismo de los dos cesares había impuesto a los españoles una ciega obediencia a los reyes, como representantes de Dios.

Recordando todas las libres manifestaciones, todas las ideas sobre el Estado y el clero, que expresaron los poetas dramáticos, se probará plenamente que en el país clásico del despotismo se disfrutó, acerca de ciertos puntos, mayor libertad que la que se goza hoy mismo en casi toda Europa.

Estos actos de despotismo habíanle granjeado la animadversión de los clérigos afrancesados y del sexo femenino. A D. Miguel le daba un ardite por tal animadversión. El goce de su vida no era ser querido o admirado, sino hacer en todo tiempo y ocasión su voluntad.

Es natural que Juanita no se escondiese ni huyese, porque ni ella era medrosa ni don Andrés era el bu ni una fiera. Don Andrés era un caballero muy bien educado, pulcro y finísimo, soltero, que no había cumplido aún cuarenta años, y verdadero amo y señor de Villalegre, donde hacía ya ocho años que reinaba con lo que podemos calificar de despotismo ilustrado.

Te miro triunfadora como Marte hundir al despotismo con la espada, galopar sobre un rayo de la aurora, y ascender hasta el cielo de la Fama; y, mientras sueña el alma con victorias, predica el evangelio de tu raza que nos enseña a estrangular tiranos y a retar al Destino cara a cara... ¡ vencerás!

Quiroga, el campeón de la causa que han jurado los pueblos, como se estila decir por allá, era bárbaro, avaro y lúbrico, y se entregaba a sus pasiones sin embozo; su sucesor no saquea los pueblos, es verdad; no ultraja el pudor de las mujeres; no tiene más que una pasión, una necesidad: la sed de sangre humana y la del despotismo.