United States or Ukraine ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aunque Barbarita era desenfadada en el pensar, pronta en el responder, y sabía sacudirse una mosca que le molestase, en caso tan grave se quedó algo mortecina y tuvo vergüenza de decir a su mamá que no quería maldita cosa al chico de Santa Cruz... Lo iba a decir; pero la cara de su madre pareciole de madera.

No era lo peor esto, sino que la niña, tan apagada de genio, tan tímida y silenciosa ordinariamente, sólo con él era atrevida y desenfadada, autorizándose bromitas más o menos inocentes, respuestas y gestos bruscos que mostraban bien claro que no le tomaba en serio.

Desenfadada, tenía movimientos bruscos, salidas de tono violentas; era bromista de mal gusto, y necia, por consiguiente, y si se creía molestada, lanzaba la saeta de su sátira, sin cuidarse dónde hería, ni a quién hería.

Cinco minutos de diálogo bastaron para que variase de expresión el rostro de la desenfadada chula, que al oír el nombro de Tirso exclamó: ¡Ave María Purísima! ¿Es decir que Vd. ha venío aquí creyendo que yo estaba liá con el señorito Pepe? Paz, con las mejillas arreboladas por la vergüenza, respondió tímidamente. ¡! ¡No sabe Vd. lo que he sufrido!

Además, pensaba en las necesidades de su propia casa, donde todos estaban acostumbrados a la existencia fácil, amplia y desenfadada de las familias que no cuentan el dinero ni se preocupan de su ingreso, viéndole chorrear incansable como una fuente.

He vivido desde entonces con comodidad y hasta con lujo, pero sin el menor empeño de llamar la atención ni de brillar, y con tanto arreglo y economía que, a pesar de no pocos gastos extraordinarios y de viajes de recreo que he hecho por Alemania y por Italia, he doblado mi capital y mi renta. Hoy casi puedo asegurar que soy rica. Mi vida de París ha sido alegre, desenfadada y modesta.

Aquel semblante pálido y moreno, tan moreno y tan pálido que parecía una gran aceituna; aquella brevedad de la nariz contrastando con el grandor agraciado de la boca, cuyos dientes blanquísimos estaban siempre de manifiesto; aquella ceja ancha, tan negra y espesa que parecía cinta de terciopelo, y aquellos ojos garzos donde anidaban traidoras todas las malicias y toda la ironía del mundo; aquella fealdad graciosa, aquella desenvoltura de maneras, aquel abandono en el vestir, y, por último, la desenfadada manera de insinuarse, pregonaban, sin dejar lugar a dudas, a Augustito Miquis, el hijo de D. Pedro Miquis, el del Tomelloso.

Y con todo, apenas habrá seductor, por brutal, irreverente y desaforado que sea, que ose pretender a una soltera, sin proponer la buena fin: y apenas hay Tenorio, por enclenque, canijo y fehuelo que Dios o el diablo le hayan hecho, que no tiente el vado, se declare con desenfadada audacia y se atreva a pretenderlo todo de una mujer casada.

Tenía en el porvenir la confianza de todos los hombres de acción seguros de su energía; la generosidad derrochadora de los que conquistan el dinero desafiando a las leyes y a los hombres; la largueza desenfadada de los bandidos románticos, de los antiguos negreros, de los contrabandistas; de todos los pródigos de su vida que, acostumbrados a afrontar el peligro, consideran sin valor lo que ganan sorteando a la muerte.

Clarence King, aunque la defensa que haga yo de España sea ligera, desenfadada y de broma, ya que el articulo del Sr. Clarence King no merece refutación más seria y detenida. Lo que diga yo sobre él será como remate y complemento de la impugnación que la salida de tono y los anatemas de Draper contra España me han inspirado. Empezando ahora por contestar á la acusación que nos dirige el Sr.