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Era un plan descabellado, una empresa más loca y difícil aún que la jugarreta anterior tan felizmente terminada por mi parte; pero al escuchar a Sarto pude ver y apreciar las ventajas que teníamos a nuestro favor. Además, era yo joven, activo y se me ofrecía un papel tal y en tales circunstancias como jamás le había tocado en suerte a ningún hombre. Me descubrirán repetí.

Por amor, por devoción a mi hija, concebí un proyecto tan sentimental como descabellado. A fin de realizarle me expuse a la más dura de las humillaciones. Mi efímero amante, el joven Secretario de la Legación inglesa en Río de Janeiro, no era ya Master John, era Sir John. Se había transformado en un señor respetabilísimo de cuyas circunstancias había yo tomado exactos informes.

La tragedia de Ayax Telamon se distingue por sus notables bellezas, no obstante su plan descabellado; entretéjense en ella varias escenas imitadas de la de Sófocles, que lleva el mismo título, y algunas otras de Virgilio y de Ovidio; todo lo cual, prueba lo familiares que eran á nuestro poeta las obras de la antigüedad clásica.

Don Alonso amaba a Beatriz con amor ciego y tolerante de padre mundano. La educación que él la diera no había consistido sino en ceder a todos sus antojos, en seguir embobado todos los sesgos de su veleidoso espiritillo. Una caricia de aquella manita diablesca, un oportuno gimoteo, bastaban para que el ruego más descabellado le pareciese al hidalgo la más razonable exigencia.

Muy bien podía ser lo primero, pero tampoco era descabellado suponer que fuera lo segundo, y recordando a la sazón la famosa máxima del sabio: «En la duda abstente», yo me abstuve. Los dos pasaron junto a sin verme, pues la oscuridad no podía ser más densa. Aquel acontecimiento me hizo cambiar de plan.

Nunca había desesperado de ser condesa de la Villanera. Toda mujer que engaña a su marido aspira necesariamente a ser viuda; con mayor motivo cuando tiene un amante rico y soltero. No creía descabellado que Chermidy faltase un día u otro. Un hombre que vive entre el cielo y el agua es un enfermo en peligro de muerte. Sus esperanzas habían tomado cuerpo desde el nacimiento del pequeño Gómez.

Mariño quedaba en el soñado cargo de general en jefe del ejército; y Brion, cómplice en este descabellado negocio, ascendia nada menos que á almirante.

La corte y el pueblo piensa en todo de distinto modo: la corte es escéptica y el pueblo es creyente; la corte transige con los dos implacables y constantes enemigos del cristianismo, los pueblos mahometano y judáico, y la nacion anhela su completo esterminio; la política de la corte ajusta paces con el rey de Granada para mover guerra al de Aragon, y la política nacional abandona al renegado á su descabellado empeño protestando de todas las maneras posibles contra la violencia que padece; la corte ama una literatura impregnada de sensualismo y un arte seductor y pagano, y la nacion prefiere la nervuda y varonil literatura de sus romances y el arte austero, místico y sombrío, florecido á la sombra de los claustros.

Nada más lejos de la verdad: Estenoz, sobre todo, era demasiado sagaz para no darse cuenta de lo absurdo y descabellado de semejante propósito; y podemos asegurar sin temor á equivocarnos, que en todo pensaba él, menos en convertir á Cuba en una edición de bolsillo de la Nigricia.

Pero nada, lo de siempre; bastó que la muchacha opusiera la resistencia que el fingido pudor exigía, para que él, seguro de vencer, enfriara, cejase en su descabellado propósito, contentándose con pequeños favores y con el conocimiento exacto de la hermosura que ya no había de poseer. Y de una en otra vino a declarar el hallazgo de la liga, aunque sin decir que había sido de su mujer.