United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Así, a puro esfuerzo, entre flaquezas e impulsos, entre dentelladas y sonrisas, sin morder el mérito ajeno, caminando siempre del lado de los pobres, y sin andar de pedigüeño por entre bastidores y escaleras, se hizo hombre, ¡grande hombre!, el niño bondadoso del hogar infeliz, el sufrido presidiario de las canteras de Medina, el joven enfermizo y desterrado de la península ibera, nuestro José Martí....

Cargamentos enteros de negros arrojados al agua para librarse del crucero que le daba caza; los tiburones del Atlántico acudiendo a bandadas, haciendo hervir las olas con su fúnebre coleteo, cubriendo el mar de manchas de sangre, repartiéndose a dentelladas los esclavos, que agitaban con desesperación sus brazos fuera del agua; sublevaciones de tripulación contenidas por él solo a tiros y hachazos; raptos de ciega cólera en los que corría por cubierta como una fiera; hasta se hablaba de cierta mujer que le acompañaba en sus viajes, la cual, desde el puente, fue arrojada al mar por el iracundo capitán después de una disputa por celos.

Hasta las crucecitas de sus extremos fueron sustituídas por otras que la navaja de Batiste trabajó cucamente, adornando sus aristas con dentelladas muescas; y no hubo en todo el contorno techumbre que se irguiera más gallarda. Los vecinos, al ver cómo se reformaba la barraca de Barret, colocándose recta la montera, veían en esto algo de burla y de reto.

Estuvieron batiéndose con ferocidad, a distancia como de treinta pasos, tirándose de los pelos, dándose dentelladas y cayendo juntas en la mezcla inarmónica de sus propios sonidos. Al fin venció Semíramis, que resonaba orgullosa marcando sus nobles acentos, mientras se extinguían las notas de su rival, gimiendo cada vez más lejos, confundidas con el tumulto de la calle.

Sobre la mesa veíanse, formando círculo, varias bandejas con pasteles de espuma, blancos en su base, destilando almíbar, dorados suavemente en sus dentelladas crestas, y entre los cuales asomaba la tarjeta del que enviaba el dulce recuerdo; dos grandes tortadas ostentando en su superficie de azúcar pulido como un espejo frutas confitadas en caprichosos grupos; y en el centro de la mesa el ramillete de casa Burriel, arquitectura de turrón, y merengue que afectaba la forma de un castillo surgiendo de un montón de flores y rematado por una bailarina que, montada sobre un alambre, danzaba temblorosa sobre la obra maestra de confitería.

Al derredor de esos sencillos cuadros de verdura se levantan en completa circunferencia estupendas moles de granito del aspecto y la tinta mas singulares; todas abruptas, ásperas; con arrugas y grietas enormes, unas cenicientas y opacas, otras del color del estaño con un brillo triste, otras negras ó pardas, presentando los mas curiosos juegos de luz y sombra, según la inclinación del sol; y ya redondeadas en las cimas, ya en picachos extravagantes, en agujas ó conos truncados, ó en filas circulares y dentelladas que remedan estupendas coronas de hierro.

Dominan a estos pueblecitos montañas incultas que se extienden en rápidas pendientes formando como unas praderas blanquecinas. Coronan estas montañas grandes moles de piedra que surgen de la tierra, y cuyas cúspides dentelladas aseméjanse a las ruinas de antiguas viviendas feudales.

Pero éste, que debía estar en guardia, tiró de una daga é hirió mortalmente á Lorenzo Gómez, escribano que se hallaba presente, y luego azuzó á un perro mastín que tenía consigo, el cual era de tan fiera condición que, arrojándose sobre los corchetes, comenzó á dar dentelladas á unos y á otros, produciendo graves mordeduras á todos aquellos que habían intentado apoderarse de su amo.

Después salía un lobo á morderla, con un hocico que recordaba vagamente al odiado Pimentó, y reñían los dos animales á dentelladas, y salía su padre con un garrote, y ella lloraba como si la soltasen en las espaldas los garrotazos que recibía su pobre perro; y así seguía desbarrando su imaginación, pero viendo siempre en las atropelladas escenas de su ensueño al nieto del tío Tomba, con sus ojos azules y su cara de muchacha cubierta por un vello rubio, que era el primer asomo de la edad viril.