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Prescindiendo ahora de las innumerables referencias á mimos y juglares, que hallamos en los cronistas , nos limitaremos únicamente á recordar los testimonios más expresos é importantes, que demuestran la existencia y representación de composiciones puramente mundanas.

El honroso sentimiento patriótico, que le impulsó á publicar algunas obras dramáticas antiguas españolas escogidas , merece indudablemente consideración y gratitud; pero los prólogos de su Teatro español, en los cuales se propone atacar el gusto francés, demuestran que no era el hombre á propósito para defender con éxito su poesía nacional contra los extranjeros.

¡Ah, ah! ¿Le conocéis? dijo el licenciado Sarmiento ¿y además decís que ese hombre os ha causado perjuicios? ¡Perjuicios! ¡Dios sólo sabe lo que ese infame ha hecho conmigo! Aunque yo no os hubiera encontrado sobre el cadáver y con la daga en la mano, y á tales horas y en tal noche, las palabras que acabáis de decir y que demuestran que sois enemigo del muerto, bastan para llevaros á la horca.

I en otro lugar del mismo documento dice estas importantisimas palabras, que demuestran sus intentos de hacerse cismático: «Nos escribimos en este caso á Gerónimo de Vichi, nuestro embajador en la corte de Roma, lo que vereis por las copias que van con la presente; y estamos muy determinados, si su Santidad no revoca el breve é los autos por virtud de él fechos, de le quitar la obediencia de los reinos de Castilla y Leon, é facer otras cosas é provisiones convenientes á caso tan grave y de tanta importancia

Superior á esta tragedia es la comedia Lo que puede un empleo, de la misma época. Sin duda la forma tiránica de su desarrollo ha perjudicado algo á su animación poética, pero el plan es bueno, vivo el diálogo y lleno de vis cómica. Edipo y Moraima son tragedias de este mismo autor, de carácter también clásico, y que demuestran el dominio que tenía en la parte técnica de su trabajo.

Muchos, pueblos aun en nuestro país, demuestran con su arquitectura que no hace todavía mucho tiempo había allí guerra permanente, y que á cada momento había que temer ataques de señores ó de bandoleros. No hay casas aisladas en las pendientes indefensas; todos los tugurios, semejantes á carneros espantados por la borrasca, se han reunido en un solo grupo, vasto montón de piedra.

Yo no soy mas que un extranjero, un español, un gachupín, y todos acabarían por ponerse de acuerdo para afirmar que fué Maltrana el que guiaba el automóvil. Noto también que les causa á ustedes cierta satisfacción el espíritu de justicia que demuestran los nuevos gobernantes al perseguir á Castillejo por su delito.

Según su opinión, esos poetas modernos no quieren convencerse de que, para imitar á los antiguos, han de adornar sus escritos con sentencias morales y con enseñanzas para la vida, deberes de los más propios del buen autor cómico, aunque su objeto principal sea mover la risa; al contrario, los escritores de comedias hacen escaso alarde de su buen gusto, y demuestran lo limitado de su instrucción literaria, desenvolviendo sus planes sin orden ni regla alguna y sin otra norma que su capricho, y siendo ésta la causa de que, gentes que apenas saben leer, como el sastre de Toledo, el pañero de Sevilla y otros estúpidos é ignorantes personajes del mismo jaez, se atrevan á escribir comedias.

He aquí, señores, he aquí, mis amigos, lo que les decía a ustedes hace un instante sobre la juventud del día! respondía el doctor Trevexo. ¡Qué falta de resignación política, qué carencia de sumisión y de respeto demuestran a los designios superiores de la experiencia! ¡Un partido! Un partido es una colectividad cuya primer condición de vida es la obediencia.

No, Ricardo; esto lo demuestran los mismos animales, y si no observa a las vacas, por ejemplo; ¿ crees que una vaca a la que el tambero le quita la leche que ella formó para su ternero no sufre? ¡Sufre, che! pero se resigna. ¿Y sabes cómo lo demuestra?... ¡Comiendo de nuevo para tener leche otra vez, en la esperanza de que le alcance al hijo de sus entrañas!...