United States or Réunion ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero en aquella época de prístina sencillez, negocios de menor importancia pública, y de menor trascendencia que el bienestar de Ester y de su hija, tenían cabida en las deliberaciones de los legisladores y en los actos del Estado; y hasta se refiere que una disputa relativa al derecho de propiedad de un cerdo dió margen, en una época anterior á la en que pasa nuestra historia, á debates acalorados en el cuerpo legislativo de la colonia, y ocasionó importantes modificaciones en el modo de ser de la Legislatura.

Si alguno tiene la desgracia de no saber pensar, y junto con esto se halla agitado de fuertes pasiones, entonces se ofusca de todo punto la racionalidad. El amor propio, que es la fuente de todos los afectos del ánimo, se mezcla siempre en todas nuestras deliberaciones, y es causa de errores gravísimos, que descubrirémos con especificacion mas adelante.

Cada uno llevaba tras un cortejo de guardas de acequia, de pedigüeños que antes de la hora de la justicia buscaban predisponer el ánimo del tribunal en su favor. La gente labradora miraba con respeto á estos jueces salidos de su clase, cuyas deliberaciones no admitían apelación.

Síndico Procurador actual de ciudad tenga voto activo en las deliberaciones del Exmo. Cabildo. Y finalmente que, siendo suprema ley la salud del pueblo, presume, segun al incremento de opinion que este ha tomado, y en el que se halla todo el reino, que el medio que propone es el mas adecuado á salvar la Patria, cuyo interes debe prevalecer al particular y á todo otro respeto. Por el Sr.

Largas fueron las deliberaciones del consejo, y aunque Fenton y Burley sostuvieron que la misión de la vanguardia quedaba bien cumplida por entonces, pues habían averiguado la posición y número del enemigo, y que era temeridad continuar allí con sólo cuatrocientos hombres, entre un ejército de sesenta mil y un caudaloso río, prevaleció la opinión del señor de Morel y otros caballeros, que no querían repasar el Ebro sin ver á un solo enemigo ni intentar hazaña ó aventura por arriesgada que fuese.

Cabezang Juan, acompañado de su hijo que es primogénito de su cabecería, asiste á las altas deliberaciones que algunos sábados se discuten en el Tribunal, y no sin gran trabajo recauda de sus carolos el tributo, trabajo que en cambio le da fuero sobre uso de chaqueta, asiento en la principalía, voto en las deliberaciones, media firma en informes de conducta, y sobre todo el oir llamar con cierto respeto á su cara consorte el aristocrático Cabezang, título tan nobiliario, como si su propietaria pudiera ostentar en vez de los blancos faldones de la munícipe camisa de su marido, un escudo con media docena de lagartijas en campo amarillo.

Tuvo noticias en Tungasuca, de que se habian adelantado á sus miras los movimientos de Chayanta, y receloso de que se descubriese la trama que tenia urdida, pasó inmediatamente á la egecucion del proyecto, creyendo que, aunque se habia anticipado el tiempo, podia ser oportuna la ocasion, atendido el descontento que generalmente se manifestaba por los reglamentos espedidos de la Corte para el nuevo establecimiento de algunos ramos de real hacienda, que en nada perjudicaban á los indios, porque los exceptuaban las soberanas deliberaciones, siempre atentas á su beneficio y comodidad.

Magdalena estaba seria; pero aquella actitud por mera conveniencia social, no era para dar margen a dudas en punto a su resolución; la mantenía tan sólo para limitar con la delicadeza que le era peculiar la expresión de los sentimientos más íntimos. Esperaba con plena independencia, en medio de leales deliberaciones, el acontecimiento que debía ligarla para siempre y por su propia declaración.

No olvideis que teneis casi á la vista un vecino que asecha vuestra libertad, y que no perderá ninguna ocasion en medio del menor desórden. Tened por cierto que no podreis por ahora subsistir sin la union con las provincias interiores del reino, y que vuestras deliberaciones serán frustradas si no nacen de la ley, ó del consentimiento general de todos aquellos pueblos.

Pero en las miradas de los jueces se notaba poco interés por este intruso alborotador que venía á turbar con sus protestas la solemnidad de las deliberaciones. Batiste, trémulo por la ira, balbuceó, no sabiendo cómo empezar su defensa, por lo mismo que la creía justísima. Había sido engañado; Pimentó era un embustero y además su enemigo implacable.