United States or Cabo Verde ? Vote for the TOP Country of the Week !


Periquito, ¿te gusto?... ¿Que alce la careta?... ¿Para qué lo necesitas? no te enamoras de las caras y haces bien. ¡Teniendo de aquí... y de aquí! ¿Eh? Adiós, adiós, Periquito. Hola, Delaunay... Hola, monsieur. ¿Cómo va ese tranvía aéreo? ¡Qué cosas se te ocurren! ¡Qué gran cabeza tienes! ¡Lástima que seas tan desgraciado! Dicen que no eres hombre práctico.

A las seis de la mañana, Peña y don Feliciano por una parte, y Maza y Delaunay por la otra, los sacaron de sus domicilios para conducirlos al cementerio viejo. ¡Dios mío, al cementerio viejo! ¡Qué ideas tan lúgubres revolotearon por el cerebro de don Pedro Miranda mientras caminaba hacia allá! No es posible compararlas sino con las que asaltaron a don Rudesindo en el mismo trayecto.

...Golpea los aires como el toque funesto Que pide a los vivos las primas para los muertos Cuando un frío ataúd es lo único que queda De la que sonrió a nuestros primeros esfuerzos. S. DELAUNAY, «Ob. inéditas».

El pago que ellas le daban según pública voz, era tenerle dominado y sujeto como un niño, reprenderle agriamente las faltas más ligeras, y mortificarle y aburrirle por todos los medios imaginables. No obstante, a él nunca se le oyó una queja de ellas. El ingeniero belga, M. Delaunay, había llegado a Sarrió años atrás, con el objeto de beneficiar un coto minero de una poderosa compañía inglesa.

Le acompañaba el octogenario alguacil Marcones con tercerola y sable. El iba armado de revólver y estoque. Después, y sucesivamente, fueron saliendo y diseminándose por las tertulias nocturnas don Melchor, Gabino Maza, don Pedro Miranda, Delaunay, don Mateo, y todos los demás. Los indianos tardaron más tiempo.

Alguna que otra rara vez, cuando los ánimos se enconaban demasiado, se iba «al terreno». Delaunay se había dado de sablazos con don Rufo, por un comunicado inserto en El Porvenir de Lancia, en el que se decía que los médicos no giraban la visita en el hospital a la hora reglamentaria.