United States or Canada ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ahora, pues, podemos dedicarnos á su estudio más seguros que antes, puesto que las indicaciones hechas hasta aquí nos serán muy útiles para aclarar algunas cuestiones obscuras de gran importancia. Teatro romano en España. Existencia de los espectáculos escénicos bajo los visigodos. Si los árabes conocieron también el drama. Juegos mímicos de los juglares.

Quedó Maltrana pensativo, y dijo luego a Fernando: Creo que usted y yo podíamos dedicarnos a eso de las conferencias. Según parece, gusta mucho en América y proporciona dinero. ¡Qué países tan interesantes! ¡Pagar por oír discursos!... ¡Tantos que hablan gratuitamente en nuestra tierra, y aun así no encuentran las más de las veces quién los escuche!

Repaso en mi memoria todos los momentos que nos ha hecho el honor de dedicarnos, y no creo que haya salido de mis labios una palabra ni que haya ejecutado acto ninguno que pueda inducirle á usted á creer cosa semejante. Y si alguna vez ha observado en señales de impaciencia, considere usted de lo que me estaba hablando y se hará cargo de que no podía menos de darlas.

Pero podemos concluir de todo lo espuesto, que quizá los médicos descuidan algo este medicamento. Nosotros mismos nos hemos dirigido esta inculpacion por los estudios especiales á que hemos debido dedicarnos, felicitándonos despues por haber recurrido tantas veces á él, en atencion á los datos que acabamos de esponer.

Apreciemos la vida de un modo más serio; la desgracia nos hace comprender que hemos venido al mundo para algo... Yo creo que hay que amar la existencia no sólo por los goces que nos proporciona. Debe encontrarse una gran satisfacción en el sacrificio, en dedicarnos á los demás, y esta satisfacción, no por qué, tal vez por ser nueva, me parece superior á las otras.

Pero las agitaciones de la Bolsa, y especialmente las ganancias, amortiguaban en él el pesar del rompimiento. Cuando a fin de mes, cobraba las «diferencias», decíase con extrañeza: «Parece imposible que nos censuren por dedicarnos a una explotación tan cierta. Pero ¡bah! ¡Quién hace caso de esa gente rancia

Después de un momento de silencio, el gitano se pasó rápidamente la mano por la frente, como para desechar una idea penosa, y dijo sonriendo: Ahora que ya no podemos dedicarnos al contrabando y que nuestra escuadra ha quedado reducida a la mitad, ¿a dónde iremos, Blasillo? ¡A Italia, comandante!