United States or Timor-Leste ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pues bueno añadió su padre espantado de que tuviera que ser él quien le empujara para arrojarle hasta el fondo : a pesar de todos estos inconvenientes, te decides a casarte porque Luz es una santa, según hemos convenido.

Vinieron a pedir su mano cientos, millares de príncipes más o menos desocupados. Pero ella leyó siempre en sus almas jactancias y ambiciones, llegando a desesperar de que pudiera hallarse un alma verdaderamente hermosa... Como rechazara uno por uno los candidatos, su padre insistió: ¿En qué piensas, Cristela, que por nadie te decides?...

Volvió a pensar, aunque sin esperanza, en lo de «la música las fieras domestica», y dijo: Pues mira, si te decides, Minghetti, el barítono, es un excelente profesor.... Emma, encendida, no pudo menos de ponerse en pie, y sin pensar en contenerse, comenzó a batir palmas. ¡Oh, , ; sublime, sublime; qué idea!, el barítono... y le pagaremos bien; será una obra de caridad.

He tratado de convencerle de que la vergüenza consiste en cometer el pecado y no en confesarlo. ¿Qué decides, hermano Dimmesdale? ¿Quieres dirigirte al alma de esta pobre pecadora, ó debo hacerlo yo?

Que si no obedeces á Dorotea vas á la horca. Dejadme tiempo para pensar. Si no te decides te dejo encerrado aquí, voy á ver á Lerma, le arranco la orden de prenderte como asesino y vengo con la justicia. Bien dijo el cocinero sudando de angustia , iré á casa de Dorotea. Vendrás conmigo; ya he acabado mi almuerzo y me siento con más fuerzas que nunca. Vamos.

El barco se llama Sorsogon y lo manda X. Conque ¿te decides ó no? Te repito que cuando contestes á todas mis preguntas lo haré á la tuya. Deseo saber de dónde es el capitán, su edad, estado, carácter, circunstancias de su mujer, es casado, si tiene suegra, hijos, fortuna y.... Quién es el sastre que lo viste y qué come, ¿no es verdad?

Este palacio, llamado Alcázar Viejo, habia ya dejado de existir á fines del siglo XIV. Leemos en una carta dada por D. Enrique á 12 de marzo de 1399: vi vuestras peticiones selladas de vuestro sello que me enbiastes con Ruy Mendez de Soto Mayor, mi vasallo, veinte y quatro desta cibdad, entre las quales decides quel mi alcázar viejo que es de tras del alcázar nuevo de esa dicha cibdad que es un corral despoblado, etc.

El señor Martholl parece una excelente persona, es de buena familia, reúne todas las condiciones deseables; comprendo, pues, que te guste, y si te decides en favor suyo, ninguna objeción tendremos que hacer, tu padre y yo; nuestro único pesar sería, sin embargo, que el señor Martholl permaneciese desocupado. ¡También yo espero que no esté resuelto a pasarse toda la vida sin hacer nada!

Un día que su hijo venía de la calle Vaugirard trayendo muy malas noticias, le dijo: Mi querido Huberto, hay que acabar y no eternizarnos en esta situación. Si no te decides a solucionar las cosas, podemos ser sorprendidos por los acontecimientos y vernos en la imposibilidad de esquivarnos. Mientras más esperes, más difícil será eludir las responsabilidades que te amenazan.

Yo dijo marcando por los dedos las distintas funciones que desempeñaría te haré la compra; yo... te aviaré las luces; yo... te haré todos los recados que exijan cierta inteligencia, como cobrar cuentas, tomar localidades en algún teatro, etc...; yo coseré a máquina si decides comprar una; yo apuntaré en mis libros todos los gastos e ingresos, sin olvidar, sin perdonar ni el ochavo que se le da a un pobre; yo..., por último, cuidaré a Riquín y le pasearé y entretendré todo el tiempo que me dejen libres mis ocupaciones principales.