United States or Palau ? Vote for the TOP Country of the Week !


Al pié de María estaba un corrillo de noticieros de bolsa propalando mil mentiras sobre la cuestión de Italia, y enfrente de un Cristo de grandes dimensiones debatian los agiotistas y jugadores de bolsa sus tratos sobre el tres por ciento, el cuatro y medio, las primas, las acciones de ferrocarriles, etc.

Vivía entonces España pendiente de una discusión de Cortes, de un grito que se daba aquí o acullá, en los talleres de un arsenal o en los vericuetos de una montaña; y cada quince días o cada mes, se agitaban, se debatían, se querían resolver definitivamente cuestiones hondas, problemas que el legislador, el estadista y el sociólogo necesitan madurar lentamente, meditar quizás años enteros antes de descifrarlos, y que una multitud en revolución decide en pocas horas, mediante una acalorada discusión parlamentaria, o una manifestación clamorosa y callejera.

Todas las personas más o menos piadosas y amantes de nuestras tradiciones católicas, todo el que detestaba la persecución que la Iglesia padecía y ansiaba el reinado de Jesús en la tierra por mediación de sus ministros, estaba pendiente de tal guerra formidable donde se debatían, no sólo los derechos más o menos respetables de un pretendiente al trono, sino también los más caros y augustos intereses de la religión.

Y cuando las pobrecitas llevaban bebidas no cuántas copas, mirándonos a todos con la superioridad que proporciona la escasez del artículo, y se debatían entre los señores aglomerados en torno de ellas, chillando y contrayéndose en el asiento como si por debajo de la mesa las cosquillease una tropa de ratas, entra el mayordomo, el oversteward, mirándolas fijamente, sin vernos a nosotros, como si no existiésemos; y bastaron unas cuantas palabras suyas en alemán para que saliesen cabizbajas y temerosas, lo mismo que unas niñas ante la reprimenda del maestro... Bien dicen que la sociedad del mujerío dulcifica la rudeza de los hombres.

Al mismo tiempo se abrían la cátedras donde se explicaban las materias más indispensables para la vida: los orígenes de los pueblos semíticos; examen del código Gregoriano; el hombre en el terreno terciario, etc., etc. En la sesión de ciencias morales se debatían arduos e interesantes problemas: en la de literatura se leían versos tan arduos, aunque menos interesantes.