United States or Saint Kitts and Nevis ? Vote for the TOP Country of the Week !


De recibir y agasajar al clero, hecho a poco y mal guisado, estaba encargado por orden y cuenta mías, y también según otra costumbre, el párroco don Sabas; de los demás forasteros del montón, nadie solía cuidarse, y nadie se cuidó allí tampoco.

En 1830 se hallaba gobernada esta provincia por don Matias Carrasco, hombre instruido y benévolo, que cuidó mucho de reformar los abusos; pero descontento de la comportacion de los empleados subalternos, abandonó su puesto, y de regreso á Cochabamba, su patria, publicó bajo el título de Descripcion sinóptica de Moxos un interesante opúsculo en el que señala infinidad de abusos, y aboga enardecidamente por la libertad en favor de los habitantes de Moxos.

Pero se cuidó de ocultar estas impresiones internas, encaminando el diálogo amoroso hacia sus deseos. ¡Vivir juntos!

31 Mas Jehú no cuidó de andar en la ley del SE

En los comienzos del siglo XIX, era ya manifiesta y patente la decadencia del paseo cuyo aspecto era en verdad poco ameno y agradable, pues con gran detrimento del ornato, había abandonado su cuido el municipio.

No me cuido de sus ultrajes... Por otra parte, me vengaré, y muy pronto... ¡Ah! es usted seguramente muy hábil, señor de Champcey y no puedo menos de cumplimentarle... Representa admirablemente el papel de desinterés y de reserva, que su amigo Laubepin no habrá dejado de recomendarle al enviarle aquí...

No seas tan modesto, amigo mío; desde luego, un trabajador inteligente es cosa rara; sabes cómo lo cuido; , además, tienes el espíritu creador, gusto e iniciativa. Nunca dudo del éxito de tu trabajo. A propósito ¿de qué proyecto hablabas, cuando nos interrumpieron aquellas criaturas terribles? ¿Decías que querías ver las cristalerías de Bohemia?

La planta de la empresa resuelta, pizca más pizca menos, de esta manera, don Lope cuidó de que Muley pudiese estar en libertad al momento preciso, y su confidente y escudero fué para armar a Mercado, alicionar a los criados y tenerlo todo a punto, como experimentado maese de campo.

Algo tuvo que esperar el joven por haber muchos clientes, pero al fin llegó su turno y pasó al estudio ó bufete como se llama generalmente en Filipinas. Recibióle el abogado con una ligera tosecilla mirándole furtivamente á los piés; no se levantó ni se cuidó de hacerle sentar y siguió escribiendo. Isagani tuvo ocasion de observarle y estudiarle bien.

Mas sin embargo de ser D. Fernando tan previsor, y de inspeccionar tanto las cosas que le eran anejas, parece que estas voces las tomó por vagas, y no se cuidó de ellas; asi es, que dichos personajes atribuian la indolencia de D. Fernando en este punto, al miedo ó al escesivo amor que profesaba á Doña Isabel, la cual unia á los vínculos de esposa, el ser nieta de su hermano.