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Hace mucho tiempo que nos dejaste y que estás corriendo por el mundo de las embajadas, para darte cuenta de la fijeza proverbial de las costumbres de nuestro amigo. Piensa que nunca ha viajado para no separarse de sus libros y de su mesa. Aquel espíritu tan curioso se ha condenado a no conocer nada del vasto mundo más que por la lectura y por su maravillosa intuición de las cosas.

Abarcaremos con una rápida mirada toda la vida doméstica del pueblo mahometano, y luego regresaremos al interior de su templo, donde fortalecidos con el convencimiento de que el progreso y esplendor de las artes es por desgracia compatible con el deshonor de las leyes y de las costumbres, no nos dejaremos alucinar como muchos fanáticos partidarios de la cultura arábiga por las deslumbradoras maravillas que su arquitectura tiene que realizar todavía en un monumento que es el prototipo mas acabado de su genio.

Ya el pasado invierno, después de su vuelta de Londres, notáronse cambios singulares en las costumbres de Pierrepont, pues se le vio con frecuencia en el teatro ocupando el segundo término de un palco de escena en compañía de señoritas, muy agradables sin duda alguna, pero con las cuales no es uso mostrarse en público, una vez pasados los días de la adolescencia.

La liturgia indicada menciona también diversas costumbres religiosas, y entre ellas varias representaciones del mismo género, que se hacían anualmente en días determinados. Los canónigos de la catedral se obligaban solemnemente, al aceptar sus cargos, á representar la mañana del primer día de Pascua el drama titulado Las tres Marías.

Ya que hemos visto todo el ceremonial que precede á un casamiento en Tayabas, síganme los lectores que quieran á la cabecera de un enfermo grave, y si muere les daremos á conocer las costumbres que se practican en los entierros. ¿Estamos en camino?

Este galanteo nada tenía de extraordinario dentro de las costumbres de la isla, pero no obstante, producía en Febrer sorda cólera, como si viese en él un atentado y un despojo. La invasión de Can Mallorquí por la atloteria bravucona y enamorada mirábala como un insulto.

Acaso haya algun principio etnológico que determine esas tendencias á lo subterráneo; pero la explicación mas sencilla me parece estar en la naturaleza de la industria y las costumbres de los Gitanos.

«Lo mejor será llamar». Salió a los pasillos en zapatillas. ¡Petra! ¡Petra! dijo, queriendo dar voces sin hacer ruido. Petra, Petra.... ¡Qué diablos! cómo ha de contestar si ya no está en casa... la pícara costumbre, el hombre es un animal de costumbres. Suspiró don Víctor.

Sin duda conservan aquella hermosa tradición, porque he visto la hierba hollada, las flores esparcidas y las margaritas deshojadas. ¡Dichosos ellos que, al menos, son fieles a sus primeros placeres y a sus primeras costumbres!

El mismo contraste ofrecen las ciudades suizas en lo relativo a la instruccion popular, á la situacion de los establecimientos públicos y á las manifestaciones de actividad y progreso que se resumen en las costumbres, la industria y las instituciones, sean cuales fueren las razas sujetas á la observacion.