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Continuó el ejército al pueblo de Orurillo, donde solo halló algunos ancianos y pocas mugeres, y preguntado su teniente de cura, D. Juan Bautista Moran, cual era la causa porque aquellos vecinos habian abandonado su domicilio, espresó que no habian alcanzado sus súplicas y persuasiones, para convencerlos á que esperasen tranquilamente la llegada de las tropas del Rey, porque estaban empeñados con la mayor obstinacion en negarle la obediencia, y seguir las sediciosas banderas de rebelion: procedimiento que obligó al Comandante General á procurar la captura de algunos: y habiendo conseguido hacer dos prisioneros, fueron pasados inmediatamente por las armas, y despues publicado que seria castigado aquel pueblo y sus vecinos con todo el rigor de la guerra, una vez que obstinadamente querian separarse de la debida obediencia de su legitimo dueño.

En algunos pocos se hubo de lidiar con los errores, siendo tan fácil el convencerlos, cuan difícil el hacerles confesar que lo estaban. Pero en fin, obrando la razón, y la gracia a lo que se puede creer, todos confesaron sus engañosos delirios, exceptos solos dos que quisieron estar pertinaces.

Manda que un alcalde vaya en secreto á Madrigal, para averiguar la verdad, y castigar al culpable. La causa comienza en seguida, y el juez toma declaraciones á todos los presos. Todos confiesan unánimes que el aventurero es el rey Don Sebastián, siendo infructuosos los esfuerzos del alcalde para convencerlos de lo contrario.

Nélida no tenía miedo al enojo de sus padres, pero necesitaba convencerlos de su inocencia para que le sirviesen de fiadores ante el hermano temible que la esperaba al término del viaje. ¿Y aún se resistía Fernando cuando ella le hablaba de huir, como si le propusiese algo disparatado? No, no iría a Buenos Aires: estaba resuelta a escaparse al día siguiente... Pero la inmediata realidad le hizo insistir en sus recomendaciones: Cuando papá te pregunte, ya sabes lo que debes decir... Y si no te pregunta, háblale . Hazlo, mi viejo; buenito. Allí lo tienes, cerca del fumadero, hablando con el señor Pérez.

Doña Luz distaba mucho de creer que la política fuese lo que por política entendía D. Acisclo: pero, viendo lo convencido que él estaba de que no era otra cosa, y notando además que Pepe Güeto y su mujer no distaban mucho de pensar como don Acisclo, no quiso predicar en desierto ni tratar de convencerlos de que el verdadero concepto de la política era muy diferente.

Acordaos que los jardineros toman las varas, para efectuar sus injertos, de los árboles más sanos y rollizos. Elegidme a un mozo fuerte y rebosando salud entre vuestra servidumbre; de sobra los tendréis. , pero no será empresa fácil convencerlos. Mis criados son todos caballeros, que poseen capitales y valores en cartera, y especulan al alza y a la baja, como todos los criados de casa grande.

Por tanto, nombraré sin aditamento alguno á Bocángel, Herrera, Vatres-Huertas, Moxica, Laporta, Tapia, Tovar, Alfaro, Medrano, Díaz, López, Delgado, Belmonte, Vivanco y Prado, rogándote que les comuniques tu inspiración y que emplees tu poder persuasivo en convencerlos; que añadan nuevas comedias á las que ya se han representado de ellos, y que, despojándose de la falsa modestia que los distingue, las presenten al publico sin miedo.

El desprestigio en que por esta retirada cayeron las armas españolas alentó á los de Mindanao, que armando una numerosa escuadrilla con 3.000 tripulantes recorrieron las costas de pintados, asolando los pueblos playeros, cuyos moradores huyeron á los montes, de donde se hizo difícil convencerlos bajasen á sus antiguas viviendas, por haber propalado una vieja agorera que los españoles estaban de acuerdo con los moros para exterminarlos.

Huelen la muerte dijo-, y vienen sobre esta casa como bandas de cuervos... Cuando entró Elena á media tarde, el recibimiento estaba repleto... Pero ella posee una magia á la que no escapan hombres ni mujeres, y le bastó hablar para convencerlos á todos. Creo que hasta le habrían hecho nuevos préstamos de pedírselos ella...