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Indispensable asimismo parecía que transcurriera algún tiempo para que el gusto francés se propagase en una nación, sujeta hasta entonces á tan contrarias influencias. Las ideas, la política, las costumbres de sus vecinos del Norte se introdujeron al principio sólo en la corte, y entre las personas que estaban en íntimo contacto con ella, pasando después poco á poco á otras capas de la sociedad.

Al verlas salir juntas hacia Saint-Honorée d'Eylau, don Marcelo se indignaba algunas veces. Están jugando con Dios... Esto no es serio. ¿Cómo puede atender unas oraciones tan contrarias?... ¡Ah, las mujeres! Y con la superstición que despierta el peligro, creía que su cuñada causaba un grave mal á su hijo.

Alfonso ha escrito un poema titulado «Childe Harold» en el cual se refiere la heroica muerte de lord Byron defendiendo la independencia de los helenos; hay en él estrofas que me llenan de dolor, porque temo mucho que sienta un entusiasmo peligroso por las ideas de la moderna filosofía y de la Revolución, contrarias al trono y al altar, estos guías que yo he encontrado siempre en mi camino y fuera de los cuales sólo veo confusión y peligro, y sobre todo, el abismo sin fondo de la incredulidad.

Agitado por mil sospechas contrarias, dominado por una cólera furiosa, movía entre sus trémulas manos las cartas, sin pensar en ellas, imaginando horribles venganzas contra su esposa y contra el... ¿Contra quién? ¿Cuál era el traidor? La duda encendía aún más su rabia. Lo que había visto era bien concluyente. Y, sin embargo, su pensamiento no podía apartarse del conde de Onís.

La comedia titulada La toquera vizcaína se distingue por ofrecer situaciones muy dramáticas, y sería digna de grandes elogios si esas situaciones no fuesen contrarias de todo punto á las reglas más notorias de la posibilidad y verosimilitud.

Luzán y todos aquéllos, que daban crédito á sus máximas como á artículos de fe en punto á crítica, predominaron en general largo tiempo, comprendiéndose así que pasaran casi desapercibidos dos escritos sobre dramaturgia de tendencias contrarias.

Estudiado con imparcialidad y reposo este intrincado asunto, hallarémos que el mundo antiguo, la humanidad hasta el siglo XIV, no es más ni menos que un órden de cosas creado por la ley de la contradiccion, por la ley de las castas, la ley de arriba declarando pária á la ley de abajo; la ley de un espíritu y de una materia, considerados como poderes antagonistas; como fuerzas radicales contrarias; la ley terrible que convertia al hombre en enemigo del hombre y de Dios.

Lo que hay en él de hipopótamo no logra gozar con sosiego de las cosas materiales, y lo que hay en él de águila pugna en vano por levantar el vuelo y subir a las regiones etéreas. El águila y el hipopótamo se contraponen como fuerzas contrarias; y como se estorban y se perjudican, todo o casi todo lo hacen siempre mal o si se quiere menos bien de lo que pudieran hacerlo.

Del molusco, forma indecisa, materia apta aún para todo, la fuerza superabundante del joven, su rica plétora, prodigando la alimentación, debió en un principio, desprender dos formas contrarias en la apariencia, pero que llevaban un mismo fin.

Los abonos no se conocían: se hablaba de ellos con desprecio, como invenciones modernas, contrarias a las buenas tradiciones. El cultivo intensivo de otros pueblos era considerado como un ensueño. Se araba a estilo bíblico; dejábase a la tierra que produjera a su capricho, compensando lo débil de la cosecha con la gran extensión de las propiedades y lo irrisorio del jornal.