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Dijo que mi presencia era desde luego muy simpática, que bien se echaba de ver mi esmerada educación, y que admiraba en un corazón de oro; que mis ojos eran muy dulces, aunque un poco pícaros... en fin, no estampo más porque me ruborizo. Fue la primera y última vez que hablé con una mujer que me requebrase. Ambos, pues, nos hallábamos contentísimos el uno del otro.

Batistet, cuando no había labor en el campo, buscaba ocupación yendo á la ciudad á recoger estiércol. Quedaba la chica, una mocetona que, terminado el arreglo de la barraca, no servía para gran cosa, y gracias á la protección de los hijos de don Salvador, que se mostraban contentísimos con el nuevo arrendatario, acababa de conseguir que la admitiesen en una fábrica de sedas.

Quedaron estos contentísimos, y los demas tambien esperando de que el Duque habia de usar de la misma liberalidad con ellos. Pero al tiempo que creyeron ver cumplidas sus esperanzas, les mandó el Duque que dentro de un breve plazo se saliesen de su Estado, y que quando no le obedeciese los trataria como á rebeldes, y enemigos.

Quedaron los Emperadores contentísimos con la no esperada embajada y ofrecimiento de los Catalanes, á su parecer tan importante á sus intereses, porque entendieron que aquellos mismos, que se les venían á ofrecer, eran los que con tanto espanto y temor de toda Italia ganaron y sustentaron el Reino de Sicilia.

Hubo protestas, escritos, espedientes, etc; los cuadrilleros se armaron prestos á encender una guerra civil, los curas estaban contentísimos, los españoles se divertían y ganaban dinero á costa de todos, hasta que el General resolvió el conflicto ordenando que se sentasen como los chinos por ser los que más pagaban, aunque no eran los más católicos.

No gobernó mucho tiempo Alfonso por su hermano Manfredo, que murió de allí á poco. Entonces Don Fadrique envió á decir á la compañía, que admitiesen por su Príncipe y Señor al mismo Alfonso que los gobernaba. Con esto los Catalanes, y Aragoneses quedaron del todo contentísimos, y tuvieron por seguro su Estado, pues habia de asistir con ellos su Príncipe.