United States or Jersey ? Vote for the TOP Country of the Week !


Nadie hablaba en aquella escena, y sólo la pobre Clarita, consternada al ver que todos la miraban llorando, comenzó á llamar con fuertes voces á su padre, cuya muerte no comprendía. Qué niña es ésta? preguntó Elías. Es su hija, contestó una mujer que la tenía abrazada. ¿Y no tiene madre? No, señor,

La noche del mismo día en que se trató de la herencia, supo Nicolás lo que pasaba, y no lo tomó con tanta calma como Juan Pablo. Su primer arranque fue de indignación. Tomó una actitud consternada y meditabunda, haciendo el papel de hombre entero, a quien no asustan las dificultades y que tiene a gala el presentarles la cara.

Hay que saber sufrir lo que no se puede evitar. De vuelta a casa, encontramos a Celestina, la cocinera, con una expresión consternada. ¿Qué hay, Celestina? le pregunta la abuela. Celestina no responde y finge absorberse buscando un objeto perdido. La abuela, que sabe lo que significan los silencios de Celestina, sigue su camino y se va a su cuarto.

Aquella muchacha de tantas perfecciones, no quería casarse más que con un caballero llegado a la fortuna y... a la edad de los ataques reumáticos. Evidentemente, no era yo su ideal. »Mi tía se quedó consternada. »Para consolarme de aquel fracaso, quiso probarme que no todas las jóvenes pensaban del mismo modo, y yo la creí de buen grado.

Profunda debió ser la impresión que esta noticia causó en el ánimo de Asunción, porque no volvió a despegar los labios y siguió escuchando consternada las razones de su amiga, que las amontonaba de un modo incoherente, pero con resolución. El paseo se iba poblando poco a poco.

Llegado a Montevideo, sabe que Rivera ha sido derrotado, acaso porque él no estuvo para enredar al enemigo en sus propias maniobras. Toda la ciudad, consternada, se agolpa a su humilde morada de fugitivo a pedirle una palabra de consuelo, una vislumbre de esperanza. «Si me dieran veinte días, no toman la plaza», es la única respuesta que da sin entusiasmo, pero con la seguridad del matemático.

Dijo, y volviéndose del otro lado se fue aletargando. Poco después dormía profundamente. Después de contemplarle un rato, considerando que era cosa perdida, Salvador se retiró con el alma llena de tristeza. Pasaron tres días. Una mañana entró Salvador en su casa y halló a Doña Hermenegilda consternada, llorosa.

Si no fuera más que eso... suspiró la abuela, sentándose en una cómoda butaca, mientras yo me instalaba modestamente en una silla. Magdalena me tiene consternada. Y se puso a contar con vehemencia sus penas.

Ya no bautizaría él a los niños nacidos en Longueval, y la capilla del castillo, donde tantas veces había dicho misa, se vería transformada en oratorio protestante, y oiría la palabra glacial de algún pastor calvinista o luterano. En medio de toda esta gente consternada, desolada, sólo Pablo parecía estar radiante.

Se calmó un poco al oír las dulces razones de Genoveva y acabó por enviarnos al padre Tomás, sin cuya opinión no podía pasarse en semejante caso. La cosa se sale tanto de las conveniencias... murmuró la pobre abuela consternada. En verdad, no si estáis locas o si soy yo la que no está en el movimiento de ideas moderno... ¡En qué siglo vivimos!...