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La Muy Noble, Fidelísima, Heroica, Vencedora y Excelentísima Ciudad de Teruel, que cuenta unos once mil, cuatrocientos treinta y dos habitantes, ha usado desde la mas remota antigüedad un escudo de armas consistente en dos cuarteles ovalados entre banderas del pabellón Nacional, conteniendo el primero las barras de Aragón en campo rojo; y el segundo en campo azul, el toro y la estrella que simbolizan la localidad, estando enlazados y sostenidos por un murciélago, emblema de la gran parte que tomaron los hijos de Teruel en la conquista de Valencia por el rey D. Jaime de Aragón, y con corona ducal; y por servicios distinguidos en todos tiempos defendiendo con tesón y denuedo la causa de la patria, y por haber resistido Teruel el sitio que la puso el brigadier Enna a fines de Junio de 1843, a pesar de la gran constancia y valor con que la atacaron las tropas sitiadoras, el gobierno provisional de la Nación por decreto de 11 de Setiembre de 1843, concedió a su Ayuntamiento el tratamiento de Excelencia, y el añadir a sus armas un nuevo cuartel en campo rojo, con un cañón y un obús cruzados, y en su centro una pila de balas como emblema del ataque sufrido y de la victoria conseguida, confirmando a la ciudad los títulos que de tiempo inmemorial goza de Muy Noble, Fidelísima, Heroica y Vencedora.

A veces cuando la sílice queda largo tiempo en estado gelatinoso, han formado los gases penetrando en la masa consistente, series de celdillas de delgadas paredes, tan compactas y regulares como si fueran de origen vegetal: las celdillas están vacías ó llenas de hialita que suele penetrar en rayos continuos por la masa silícea.

Más tarde, ya hombre, no fué menor mi sorpresa al ver en una playa cierto animal luminoso. A través de su cuerpo transparente, divisaba los morrillos y la arena. Incoloro como el cristal, un poco consistente, temblando al tocarlo, aparecióseme como á los antiguos y como al célebre Reaumur, que llamaba sencillamente á esos seres agua gelatinificada.

Talvez no está léjos el día en que los pueblos que se llaman democráticos reconocerán que la democracia no puede ser una organizacion justa, y por lo mismo consistente y fecunda, sino á condicion de respetar y asegurar la armonía de estos dos derechos que, derivándose el uno del otro, forman juntos el derecho humano: el de la libertad completa del individuo, en lo que le es personal; y el de la autoridad soberana del mayor número social, libremente constituida, respecto de los intereses rigorosamente colectivos.

En el monte de durazneros se había dispuesto lo necesario para el almuerzo, consistente en una vaquillona con cuero, empanadas, frutas, cerveza y limonada gaseosa en abundancia; todo listo para las doce bajo la prolija vigilancia de Melchor que se hallaba vestido con traje de gala: botas claras de cuero de chancho, bombacha de hilo crudo; tirador de charol negro; camisa de seda celeste claro; blusa corta de grano de oro; gran «panamá» con ancha cinta de colores; y por detrás, debajo de la blusa asomaba el caño bruñido de un revólver.

En efecto, las condiciones peculiares del suelo y del clima, unidas al empleo de inteligentes métodos de propagación, han dado por resultado un crecimiento consistente de los rebaños, y han elevado la ganadería hasta ser una de las mayores fuentes de riqueza de la república.

El viejo Martínez, después de retirado del comercio, había tenido quiebras en su fortuna, consistente en acciones de una fábrica de pólvora que sufrieron depreciación, y en valores del Estado. Sólo les dejó una renta de siete a ocho mil pesetas. Con ella vivían los tres con economía, pero sin faltarles lo necesario, en un cuarto segundo de la calle de Gravina.

Sólo por prurito de hacer hipérboles podía darse este nombre al mezquino aguaducho, consistente en media docena de botellas, un gran tarro de cerezas en aguardiente, caja de latón con delantera de vidrio, medio llena de bollos y azucarillos, y un par de botijos de agua de la Arganzuela. Tenía mucho sueño dijo Romualda . Anoche me tuvieron en vela esperando a padre López, que vino entre dos luces.

La impaciencia pudo más que las órdenes del médico, y antes de dejar el lecho, cuando empezaron a permitirle otra vez incorporarse entre almohadones, algo más fuerte ya, Ana hizo nuevo ensayo y entonces encontró las letras firmes, quietas, compactas; el papel blanco no era un abismo sin fondo, sino tersa y consistente superficie. Leyó; leyó siempre que pudo.

Entónces, el capitan, colocándose á la proa, mandó la operacion que ordinariamente se hace en estos casos, consistente en herir de minuto en minuto con un martillo una campana de metal, cuyos ecos anuncian la marcha del buque, con objeto de evitar un choque con cualquiera embarcacion, cosa que fácilmente sucederia sin este aviso.