United States or Romania ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo mismo decimos de las hepatitis ó de la ictericia con dolor en el hígado, de ciertas afecciones del corazon relacionadas con las hemorróides, y aun de estas mismas con la hipocondría. Una de las propiedades mas especiales del oro es la de dirigirse á la atonía de las membranas musculares.

Pero ¿por qué? preguntó José. ¿Y lo pregunta usted todavía, majadero? Cuando no se sabe portarse como una persona, no se debe alternar con los demás. Yo creía que era usted un estúpido, pero no tanto. Cacochipi, por primera vez en su vida, se sintió ofendido.

Camilloff me enviaba un «poney» de la Mandchuria, enjaezado de seda, y una tarjeta de visita con estas palabras escritas con lápiz bajo su nombre: «¡Salud! ¡El caballo es blando de boca

Pues ellos andan con alusioncitas, devolvámoselas, y no pequeñas como nueces, sino gordas como calabazas, y no rellenas de plomo frío cual las bombas de Villantroys, sino de fuego y metralla cual las nuestras. ¿Qué quiere decir eso, amiguito?

Bien se conocía en ella á la mujer que sabe vestirse, aunque iba en aquella ocasión hecha un pingo, casi indecente, con falda remendada, mantón de ala de mosca y unas botas.... ¡Dios, qué botas, y cómo desfiguraban aquel pie tan bonito. ¡Isidora!... exclamó D. Francisco, poniendo cara de regocijo, cosa en él muy desusada. ¿A dónde va usted con ese ajetreado cuerpo? Iba a su casa. Sr.

El humo de los cigarros y el polvo de las pisadas formaban una nube azulada sobre las cabezas, que el sol doraba con sus rayos, al pasar por las altas vidrieras; la rueda era como la roca, contra la cual se estrellan las oleadas tempestuosas; allí los gritos eran más fuertes, los apóstrofes más rudos, la lucha más reñida, más desesperada, más implacable; los bastones, esgrimidos por brazos que la pasión enardecía hasta la epilepsia, se levantaban amenazadores.

Costumbre muy arraigada era en las mujeres españolas en los siglos XVI y XVII salir á la calle cubiertas con mantos, y de las más afectas á ese uso lo fueron las damas de Andalucía, y particularmente las sevillanas, que en esto de ir tapados los rostros como en otros varios hábitos que tenían, veíanse claros los restos de costumbres mahometanas de lejanos días que no habían podido desechar, dado que aunque ellas no quisieran, algo de sangre moruna por sus venas corría.

Aquel Pimentó tenía el pellejo duro, y arrojando sangre y barro iba tal vez á rastras hasta su barraca. De él debía proceder un vago roce que creyó percibir en los inmediatos campos semejante al de una gran culebra arrastrándose por los surcos; por él ladraban todos los perros de la huerta con desesperados aullidos.

Y hablaba con asombro de su nueva existencia.

Ha sido usted para más que un tutor fiel un padre cariñoso y previsor; me ha educado, ha hecho de lo que soy, me ha inculcado los sentimientos más nobles y generosos; ha sido a la vez, tutor, padre, mentor, guía y amigo. Así, debo ante todo obedecerle con respeto, y en virtud de ello me retiro. Adiós, padre mío; confío en que algún día se acordará usted de su hijo.