United States or Niger ? Vote for the TOP Country of the Week !


Semeja el astro del mundo un inmenso globo de fuego resplandeciente: no parece sino que se levanta del seno de los mares, la ilusion es completa.

Estudiando atentamente los males nacionales, los abusos imperantes en el país, había formulado una crítica completa y despiadada, en la que resaltaban los absurdos por el efecto del contraste.

Entre las dos se pudiera hacer una maldad completa: la primera tiene las apariencias, y ésta la realidad. ¿Qué quieres? ¡en la sociedad siempre triunfa la hipocresía!

Era el tercer año de mi unión con Lea y la situación se había puesto más grave que nunca. Una locura completa se había apoderado de y debía conducirme á una catástrofe. Por lo general Lea no recibía en su casa más que hombres, convencida, con razón, de que la sociedad de las mujeres es inútil cuando no peligrosa.

»Adiós, mi buena madre; rece por y vea si puede obtener de mi padre que vaya un día a la iglesia con usted. Si él hiciera eso por su pequeña Germana, la conversión sería completa y yo quizá me salvaría. Debe haber una recompensa allá arriba para los que conducen un alma a Dios. ¿Pero quién podrá tener crédito en el cielo si no es usted, querida santa?

Es que todavía no ha calado bien en las sociedades esta gran verdad: que la libertad no se adquiere, regular y completa, sino practicando la libertad imperfecta. Yo le observaba al Sr.

Bueno: pues aquella noche pidió al chico relación completa de lo que había, y mostrándose indeciso, como persona desganada que no encuentra manjar bastante incitante para despertar su apetito, se resolvió por la pepitoria. «¿Le duelen a usted las muelas, Sr. de Ponte? preguntole el chico, viendo que no se quitaba el pañuelo de la cara. , hijo... un dolor horrible.

No comprendo que sin un confidente con quien consultar, ó con la idea de no volver á ver más el mundo, haya un hombre capaz de encerrarse entre los bosques á desentrañar los misterios de la ciencia, cuando la ignorancia completa de ella es lo primero que se necesita para vivir á gusto entre estas cerriles criaturas, ser tan rústico como ellas, y circunscribir á las suyas las propias ambiciones.

Los igorrotes infieles admiten en cambio de sus efectos toda especie de animales, aunque sean inútiles y despreciables, como el perro y el gato. «No conocen otra ley que la más completa libertad, sin subordinación á autoridad alguna, y son inclinados á toda clase de vicios.

Se pasaba entonces dos o tres días en completa tranquilidad, sin rezar más que los Padrenuestros que por rutina le salían de entre dientes todas las mañanas. Su conciencia giraba sobre un pivote, presentándole, ya el lado blanco, ya el lado negro.