United States or Wallis and Futuna ? Vote for the TOP Country of the Week !


Allí se encuentran casi todos los hoteles, las librerías, las imprentas, las fábricas y el gran movimiento del comercio y de los negocios de todo género.

Es esa una de las regiones más privilegiadas de Colombia para el cultivo del café, cuyo grano rojo, destacándose de entre el verde follaje de los extensos cafetales que nos rodeaban, daba animación al paisaje. El café de Guaduas, como el de otros puntos de Colombia igualmente reputados, es infinitamente superior a las marcas mejor cotizadas en el comercio.

Las poblaciones ribereñas se agrandaban, el mar se llenaba de velas, las mesas eran más opulentas, surgían industrias, se abrían fábricas y circulaba el dinero en la costa, atraído del interior por el comercio de pesquería y de conservas.

Y no se sufragaban sus gastos de coche y palco, porque lo proporcionaban sus amigos, hijos de millonarios todos, y por ende, riquísimos. ¡Válgame Dios! pensar que Quilito fuera a apolillarse en una oficina, se embruteciera en una estancia o se degradara en el comercio... ¡Un Vargas!

No obstante, espero ha de ser la raiz que llegue á fomentar lo mucho que hemos perdido en su abandono; y á dar una verdadera luz y conocimiento de sus grandes ventajas por medio de las elevadas prendas que adornan á V. E., capaces solamente á restaurar unos establecimientos que pueden servir de muro incontrastable á los enemigos de la Corona, de seguridad á esta capital, de fomento á su comercio; y lo que es mas, de medios para propagar nuestra Santa Religion, de extender el beneficio de la Redencion á una prodigiosa multitud de idólatras, que la experiencia me ha hecho conocer son dóciles, y de quien sin temeridad se puede prometer una abundante mies á los obreros evangélicos.

En fin, la manufactura de algodon, fortaleza pacífica del trabajo, es el símbolo del sistema moderno de conquista y civilizacion: el de las colonizaciones fecundas, el comercio libre, la emancipacion del hombre por el trabajo, y la potencia maravillosa de las máquinas que espiritualizan la materia y mejoran la condicion de la humanidad.

Nobleza, pueblo, comercio, milicia, hombres, mujeres, talento, riqueza, juventud, hermosura, todo, con contadas excepciones, concurrió al gran acto, los más por entusiasmo verdadero, algunos por curiosidad, otros porque habían oído hablar de las Cortes y querían saber lo que eran.

Sólo el perro del comercio de quincalla, que acababa de cerrarse, continuó algún tiempo ladrando con furia. Al fin también éste cesó, aunque muy a disgusto. El canto de la moribunda Violeta volvió a escucharse, puro y límpido como antes.

Se vio necesitado a alternar con gentecilla de poco más o menos y con clérigos, que por su sagrado carácter estaban libres de sus manos expeditas, o así lo parecía al menos. En el casino se le veía rodeado casi siempre de dos escribientillos de casas de comercio, un profesor de música, un maestro de obras y otros tres o cuatro individuos del mismo porte.

Dispuestas así las cosas, quedaba la comunidad reducida a un asiento y factoría, para que jamás faltase qué trabajar a los indios, y el pueblo estuviese abastecido de todo lo necesario; y los frutos y efectos que produjere el trabajo e industria de los particulares lograsen el giro más ventajoso, resumiendo en una sola mano todos los ramos de agricultura, industria y comercio, y con la ventaja de que todas las utilidades habían de recaer en los mismos que las producían, dejando, no obstante esto, la libertad a todos los particulares de disponer de sus frutos dentro y fuera de los pueblos, para venderlos o extraerlos como gustasen, como no fuese para traer en retorno efectos comerciables, porque esto debería ser privativo a la factoría.