United States or El Salvador ? Vote for the TOP Country of the Week !


Muchas veces lo había encontrado sobre su mesa cuando vivía con su mujer. Recordaba su estilo de piadosa belicosidad, hablando de las dos banderas: «la una de Cristo Señor Nuestro, sumo capitán; la otra de Lucifer, mortal enemigo de nuestra naturaleza humanaSan Ignacio y el Padre Claret llegaban á la elocuencia más conmovedora al describir el infierno.

Le bastó una ojeada para conocer el pequeño volumen encuadernado en pasta, con una impresión gruesa y vulgar de libro devoto. Era los Ejercicios espirituales de San Ignacio, explicados por el Padre Claret, el famoso arzobispo de Trajanópolis, que tanto había influido sobre los últimos años del reinado de Isabel II. Aresti conocía el libro.

No tienen poetas como Mosén Jacinto Verdaguer; ni ardientes y fervorosos polemistas como D. Miguel Sánchez; ni entusiastas y candorosos moralizadores, de fecunda inspiración popular, como el excelente P. Claret, harto injustamente ridiculizado por la pasión política y por la ligereza de liberales y librepensadores.

Con esto el P. Orozco ordenó al P. Arce que fuese en busca del origen del río Paraguay explorando en el ínterin las voluntades de los Chiquitos y de las otras naciones que hallase dispuestas á recibir el Santo Bautismo, y que á lo largo de la costa de aquel río esperase á los Padres Constantino Díaz, natural de Ruinas, en Cerdeña; Juan María Pompeyo, de Benevento, en el reino de Nápoles, Diego Claret, de Namur, en la Galo-Bélgica; Juan Bautista Neuman, de Viena, en Austria; Enrique Cordule, de Praga, en Bohemia; Felipe Suárez, de Almagro, en la Mancha, y Pedro Lascamburu, superior de todos, de Irún, en Guipúzcoa; todos los cuales, saliendo de las Misiones de los Guaraníes, emprendían por agua el camino hacia el lago de los Xarayes para ser sus compañeros en la conversión de aquellos pueblos.