United States or Comoros ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo notable es que la acompañaba un clérigo en traje de seglar y alzacuello, el cual entornaba la cabeza hacia atrás de vez en cuando y le dirigía miradas lánguidas, moribundas, para alentarla a dar sentimiento y expresión a las notas, o por ventura para atestiguar que él, a pesar de su carácter sacerdotal, no era insensible a aquella música tierna y amorosa.

Doña Lupe que tal vio y oyó, no pudo decir nada, por estar el otro clérigo delante; pero tenía la sangre requemada.

Eso es lo que pido a Dios con todo el fervor de mi alma dijo Navarro echando amargura por la boca y por los ojos y lo que Dios no me concederá. Yo tengo para manifestó el clérigo con mucha fe , que Dios no se amputará un brazo tan poderoso.... La enfermedad de usted no vale nada, repito que no vale nada. No hay lesión, repito que no hay lesión.

Las damas se dirigieron á la puerta. El clérigo se dió un golpe en la frente como quien recuerda una cosa importante, y dijo á doña Paulita: ¡Ah! señora mía, si tuviera usted la bondad de hacerme un favor.... ¿Qué, señor don Silvestre? Que se dignara usted repasar un sermón que he escrito y voy á predicar en San Antonio el 17 de Enero.

Un clérigo de las oficinas del arzobispado lo presentó al cardenal, quien después de oírle le dio un puñado de almendras y la esperanza de ocupar una beca para que hiciese gratuitamente sus estudios en el Seminario.

¿Usted conoció... trató al difunto.... Don Diego? , señor; como que era mi suegro... quiero decir, mi principal. ¿Si estará loco, o será tonto este señorito? pensó el clérigo. De repente se le ocurrió una idea feliz. Oiga usted exclamó . Ahora se me ocurre explicárselo a usted todo mediante un símil... y de este modo... ¿eh?, se lo digo... y no se lo digo, ¿me entiende usted?

Usted tiene formado de un concepto muy equivocado... Yo soy un indigno pecador... Gracias infinitas daré a Dios si me lleva al purgatorio, aunque esté allí miles de años... Y lo decía de todo corazón el virtuoso clérigo.

Al efecto lograron alquilar una casa modesta, en la cual reunieron camas, mantas y algunos muebles, nombrando por alcaldes de la cofradía á don Andrés de Losa y don Cristóbal Pareja; tomaron un administrador, que lo fué el clérigo don José Martín, y alquilaron para el servicio dos criados y una mujer anciana.

Estaba un poco excitado, pero no se sentía vencido; él se atenía a sus experiencias. «Aquel clérigo no había tocado en la Regenta, estaba seguro». Sonreía de todo corazón, sonreía a sus pensamientos, a sus planes. «Claro que les molestaba a los nervios aquel espectáculo en que aparentemente el rival se mostraba triunfando a la romana, según don Víctor, pero... no había tocado en ella».

Y sin aguardar a que el clérigo se repusiese, le alumbró una nueva, por el otro lado, de tal manera que le puso derecho.