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Pero no solamente no cayó, sino que hubo de emitir acerca de Sarmiento y el Tratado de los Incas, y de Cieza y su Crónica tales juicios, que por ellos resultan dos personalidades perfectamente definidas y dos autores completamente diversos . No es ahora del caso citar uno por uno los pasajes donde se hallan dichas alusiones; basta el siguiente, que hace inútiles todos los demás.

"Este documento anónimo y mal titulado de la Biblioteca del Escorial, es lo único contemporáneo ó casi contemporáneo que se conserva de la Segunda parte de la Crónica del Perú de Pedro de Cieza de Leon.

Pero no dejaré de observar, que la remision del MS. de la Segunda parte de la Crónica del Perú, de Cieza aunque en calidad de anónimo y con otro título que el suyo propio á don Juan de Sarmiento, coincide con una órden que este presidente del Consejo de las Indias dirigió á 29 de noviembre de 1563 al inquisidor de Sevilla licenciado Andrés Gasco, mandándole "que enviase al Consejo la Historia de Cieza que tenia de mano y otro libro de Gonzalo Fernández de Oviedo."

Cual si la adversidad que malogró la corta y trabajada vida del buen Cieza, se obstinase en perseguirle aún en sus obras, á los tres siglos y medio de una oscura muerte.

De seguro que no. Pero aún hay más; para el que se interese y se apasione como á me sucede por la persona y los asuntos de Cieza, la pronta y completa publicacion de sus obras es de suma importancia.

Y si bien este ataque viene de quien, primero que atreverse á manchar honras agenas, no le hubiera estado del todo mal lavar la suya, con todo eso, el mejor abogado de Cieza es su crónica, y hasta que se conozca y se publique, á ser posible, como yo lo he hecho con la GUERRA DE QUITO, acompañada con documentos coetáneos que la justifiquen, la fama del primero de los historiadores del Perú no quedará completamente limpia.

Segunda y más importante: que en realidad no existen los motivos que yo creia para no publicar en esta BIBLIOTECA la Segunda parte de la crónica de Cieza; porque despues de escrito el apéndice 6.º he llegado á saber de una manera averiguada y positiva, que obstáculos muy sérios se oponen hoy y se opondrán en muchos años á que termine su edicion el sábio presbítero señor la Rosa; y no existiendo dichos motivos, era natural que yo volviese á mi antiguo propósito, como he vuelto, resolviéndome á reparar cuanto ántes el abandono que por unas cosas y otras padece la primera historia del Perú que de tiempos anteriores á su conquista se ha compuesto, y la vergüenza de que se siga atribuyendo por escritores de nuestros dias á otro que no es su autor.

Por desgracia, una reparacion que satisfaga enteramente su memoria es imposible. ¿Quién le devuelve ya el renombre que mereció gozar ántes que nadie y desde 1552, de primer analista de los Incas y sus hechos? ¿El inca Garcilaso de la Vega hubiera disfrutado hasta el presente el monopolio de la autoridad en materia de antigüedades peruanas é historia de aquellos monarcas, si la Segunda parte de la Crónica de Cieza hubiera aparecido, como pudo, medio siglo ántes que Los Comentarios Reales?

Los capítulos carecen de numeracion, y no es fácil restablecerla, porque si bien la falta de sólo un fólio induce á suponer que la del manuscrito afecta nada más que á una parte del primero de sus capítulos, hay que tener presente que Cieza de Leon, la única vez que cita en la Primera parte de su Crónica capítulo determinado de la Segunda, dice: "Muchos de estos indios cuentan que oyeron á sus antiguos que hubo en los tiempos pasados un diluvio grande y de la manera que yo lo escribo en el tercero capítulo de la Segunda parte ." Y de tal acontecimiento no se habla poco ni mucho en ninguno de los que comprende el manuscrito del Escorial.

Nadie como Betánzos, al referir las obras, hechos, acciones y pasiones de los indios peruanos, retrata con más verdad el carácter de esta gente, su flema, su calma, y los súbitos arranques de crueldad, alegría, tristeza ó miedo que con ella contrastan; las cosas, en su historia, suceden á lo indio, no como en Cieza y Garcilaso y otros las leemos, á la española, ó quizá á la romana y á la griega.