United States or Montenegro ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mi tía me maltrató mientras fui chica y yo tenía tal miedo de sus golpes que la obedecía sin discutir. Hasta el día en que cumplí diez y seis años me pegó aún, pero fue por última vez.

«Y qué, ¿qué es? preguntó Jacinta picada de la novelería . ¡Ah! Sagunto, ya... un nombre. De fijo que hubo aquí alguna marimorena. Pero habrá llovido mucho desde entonces. No te entusiasmes, hijo, y tómalo con calma. ¿A qué viene tanto ¡ah!, ¡oh!...? Todo porque aquellos brutos...». ¿Chica, qué estás ahí diciendo?

Me veía bajo todas las fases, vestida de baile, de visita, de calle, coqueta, seria, y a veces, aunque debo confesarlo, raras veces, melancólica, y a pesar de toda esta diversidad de aspectos, que ahuyentaban la monotonía, no sólo no se me declaraba, sino que parecía tratarme como a una chica.

Yo no quiero ser sabia, vamos, sino saber lo preciso, lo que saben todas las personas de la buena sociedad, un poquito, una idea de todo..., ¿me entiendes? ¿Sabes coser? . ¿Sabes planchar? Regularmente. ¿Sabes zurcir? Tal cual. Y de guisar, ¿cómo andamos? Así, así. Me convienes, chica. Nada, nada, te digo que me convienes, y no hay más que hablar. Pues a no me convienes . ¡Boa constrictor!

Sin embargo, Amalia replicó descaradamente: No tengo ese honor. Soy el barón de los Oscos. La dama hizo una inclinación de cabeza. Paula dijo dirigiéndose a una criada que había acudido, llévate esa chica. , Pepe, enciende las lámparas del gabinete azul.

¡Quita, quita! dijo rechazándole. Tengo que hacerte una pregunta. ¿Dónde has estado esta mañana? ¿Esta mañana?... En muchas partes. En casa, en el Saloncillo, en la cochera... en la punta del Peón... ¿No has estado en la calle de San Florencio? ; he pasado por allí dos o tres veces. ¿Y a quién has encontrado? ¡Chica, qué yo!... A mucha gente.

Bien lo creo, dixo Micromegas, porque en nuestro globo tenemos cerca de mil sentidos, y todavía nos quedan no qué vagos deseos, no qué inquietud, que sin cesar nos avisa que somos chica cosa, y que hay otros seres mucho mas perfectos.

Pues nada, este infeliz se figura prosiguió el marica, sin hacer caso de la mirada recelosa que le dirigió que porque Fernanda Estrada-Rosa gasta algunos remilgos no le gustan las peluconas como a todo hijo de vecino... ¡Tonto, tonto, más que tonto! Hombre, Fernanda ya es otra cosa manifestó el Jubilado, que no estaba en el ajo Es una chica muy rica y no necesita casarse por el dinero.

¿Por qué no? Pues yo quisiera mucho oirle hablar un día.... Y Esperancita tiene más deseos que yo, de seguro. ¡No, no!... Yo no se apresuró a decir la niña. Vamos, chica, no lo disimules. ¿No has de tener ganas de oir hablar a tu novio? Esperanza se puso como una amapola y exclamó precipitadamente: Yo no tengo novio, ni quiero tenerlo. Ramoncito también se puso colorado.

Con dos mil pesos de dote es vergonzoso ponerse tan maja siguió diciendo una de las solteronas en un devoto susurro. respondió la otra, así es como se llega insensiblemente a la perdición... Esa chica de los Dumais tiene la simiente de las malas personas. Hice un esfuerzo para no oír más y hasta tosí con furor. Las habladoras siguieron impertérritas.