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Faltaba algún tiempo para la llegada del tren y nos dirigimos por una pradera al cercano arroyuelo. Me prometieron enviarme noticias y me colmaron de atenciones y elogios; aun el viejo Sarto estaba afectado y Tarlein profundamente conmovido.

Un frondoso árbol cercano ofrecía el mejor refugio y bajo sus ramas se cobijó Roger, aun antes de oir la cordial invitación de dos viajeros que le habían precedido y que sentados al pie del árbol tenían delante media docena de arenques salados, un pan moreno y una bota que después resultó estar llena de leche fresca y no de vino.

En su modo de andar había una especie de cansancio, como si no viera razón alguna para dar un paso más, ni experimentase el deseo de hacerlo, sino que con sumo placer, si es que algo pudiera causarle placer, habría preferido arrojarse al pie del árbol más cercano y tenderse allí á descansar para siempre.

Mientras Pirovani escribía las últimas palabras, su rostro empezó á dilatarse con una sonrisa bondadosa. Moreno, el argentino, no enviaba su pensamiento tan lejos. Escribía en la casita de madera donde estaba instalada su oficina, bajo la luz de un quinqué de petróleo; pero su imaginación, siguiendo la línea del ferrocarril, se detenía, á dos días de marcha, en un pueblo cercano á Buenos Aires.

Tirso tuvo miedo, no al hombre, al escándalo, y sin desplegar los labios siguió a Millán con la vista, hasta que se cerró tras él la puerta. Pepe aguardó el resultado de la entrevista en un cafetín de las afueras cercano al convento.

Gallardo, echando atrás el cuerpo a impulsos de la risa, saludaba a su banderillero imitando el mugido del toro. El apoderado, con andaluza gravedad, le ofrecía la mano felicitándole. ¡Chócala! Has estao mu güeno. ¡Ni Castelar! La señora Angustias indignábase al oír tales cosas en su casa, con un terror de mujer vieja que ve cercano el fin de su existencia. Caya, Sebastián.

De pronto sintió la Princesa que se le desataba una liga, y suspendiendo el baile, se dirigió con disimulo a un bosquecillo cercano para atársela de nuevo.

Un día se encaminó a un prado, cercano al monasterio, en el cual crecía gran número de flores de diversas especies, y estas quizás, le recordaron las que tantas veces había trazado, idealizadas, en breviarios y misales, pues nuevas lágrimas de dolor nublaron sus ojos.

Nada le hacía más daño, en aquellos momentos, que el recuerdo cercano de la Adriana transfigurada por misteriosa luz de bondad, y no podía soportar la suposición de que la bondad le hubiese nacido con el amor a Julio. A éste le exigiría, y tal era el propósito de su fracasada visita, un esclarecimiento definitivo para sus tristes dudas.

Y súbese por la calle arriba con tan gentil semblante y continente, que quien no le conociera pensara ser muy cercano pariente al conde de Arcos, o a lo menos camarero que le daba de vestir.