United States or Cyprus ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si á causa de la debilidad de nuestras luces, estamos precisados á valernos de las ajenas, no las recibamos tampoco con ignoble sumision, no abdiquemos el derecho de examinar las cosas por nosotros mismos, no consintamos que nuestro entusiasmo por ningun hombre llegue á tan alto punto, que sin advertirlo le reconozcamos como oráculo infalible.

Después de haber fingido amarme, me rechaza usted... me ha humillado, desesperado... ¡Usted es la única causa de lo que sucede! Señorita, no es usted justa; jamás he fingido amarla; he sentido por usted una afección muy sincera que le profeso aún.

Estas preocupaciones, en un principio voluntarias y solicitadas por el pensamiento, llegaron a dominarla, convirtiéndose poco a poco en supersticioso terror; sus cavilosidades adquirieron esa tenacidad inconsciente de las perturbaciones mentales, y comenzó a odiar sus encantos, como si fueran obstáculo a su felicidad y causa de que no pudiera saber hasta dónde llegaba el amor del hombre a quien quería.

Dios ha puesto en ti fe y razón; aquélla, como faro eterno a que caminas y te alumbra; ésta, como apoyo y sostén para cuando dudes; mas ten cuenta que si tu fe vacila, antes te será causa de desdicha que de consuelo y esperanza.

1 Y hablaron María y Aarón contra Moisés a causa de la mujer etíope que había tomado; porque él había tomado mujer etíope. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado el SE

Al entrar pisó al gato, que escapó mayando, y luego, a causa de la oscuridad de los destartalados pasillos, tropezó con Doña María del Sagrario, que al choque dejó caer de las manos un enormísimo plato de puches. Puso el grito en el cielo la señora, y al ruido alarmose tanto D. Felicísimo, que se aventuró a salir de su nicho preguntando si había entrado en la casa un tropel de cristinos.

«¿Está usted enojada conmigo por las tonterías que he dicho? ¿Se ha resentido usted?...». Isidora negó con la cabeza. «¡Ah! ¡Ya , ya exclamó él con regocijo, variando de pensamientos. Creyó penetrar entonces en la verdadera causa del dolor de su amiga. Había entendido que Isidora estaba mal de intereses.

5 Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy. 6 Pero se agravó la mano del SE

Donde empiezan mis dudas, a pesar o a causa de la circunstanciada y minuciosa relación del Sr. Danvila, es en la idea que debo formar del talento político que el rey D. Felipe mostró en los tratos, negociaciones, intrigas, rodeos tortuosos, lentitud y cautela con que vino al cabo a apoderarse de Portugal y a someter la completa extensión de nuestra Península bajo su dominio.

Viendo, pues, mi padre que, según él decía, no podía irse a la mano contra su condición, quiso privarse del instrumento y causa que le hacía gastador y dadivoso, que fue privarse de la hacienda, sin la cual el mismo Alejandro pareciera estrecho.