United States or Heard Island and McDonald Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


En materia de comunicaciones tiene Milan caminos de hierro á Camerlata y Treviglio: este último, que es el de Venecia, estará muy pronto terminado completamente: hay diligencias para casi todas las ciudades de Italia: las carreteras, en general, son magníficas.

Si echais á andar hácia los arrabales, encontrareis las calzadas que sirven de carreteras y paseos, orilladas por bellísimas quintas en que el gusto artístico de la arquitectura hace juego con la magnificencia de los jardines y la gracia de los pequeños parques.

Se trabaja mucho en su continuacion, y se emprenden otras nuevas. Lo que es un verdadero secreto para el viajero, es el admirable estado de todas las carreteras de Suiza, á pesar de que por ninguna parte se encuentra un peon caminero, gendarme ni cosa parecida.

Los parajes de alguna feracidad no estaban ocupados por granjas, sino por conventos, y al borde de las escasas carreteras vivaqueaban las partidas de bandoleros, refugiándose, al verse perseguidos, en los monasterios, donde les apreciaban por su religiosidad y por las muchas misas que encargaban para sus almas pecadoras. La incultura era atroz.

El comercio es activo, y el Canton no solo tiene la navegacion de los lagos y buenas carreteras, sino que mantiene comunicaciones hácia Francia y los demas cantones por medio de cuatro ferrocarriles.

Los alrededores de Berna son, como toda la Suiza, admirables: praderas de eterna verdura, cascadas, torrentes, montañas, casas de campo. Las carreteras, á nivel de las mejores de Europa, se ofrecen en abundancia por todas partes, con una verdadera prodigalidad.

Tembleque es un punto importante en las comunicaciones interiores de España, pues no solo pasa por allí el principal ferrocarril, sino que de ese centro parten las carreteras que conducen por un lado hacia Granada y Málaga, Cordoba, Sevilla y Cádiz, y por otro á Ciudad Real y Badajoz, por el centro de la hoya del Guadiana.

Ya no se ve a los señores alternando con los pobres en las vendimias, bailando con las muchachas y requebrándolas como un gañán joven. La guardia civil corre el campo como en los tiempos que salían bandidos a las carreteras... ¿Y todo por qué, señor?

Los espléndidos y abundantes hoteles que por toda la Suiza se encuentran, servidos como ningunos de Europa, la lujosísima opulencia de carreteras admirables, y digo opulencia porque ese nombre conviene á un pais donde por todas partes se multiplican: lo cómodo y bien dispuesto de sus muelles diligencias, todo esto unido á sus pintorescos sitios hacen de la Suiza en el verano la residencia escojida de todos los viajeros de Europa.

Lo tengo bien calculado. ¡Y yo, que formo parte de esta institución, tengo siete duros al mes, y la mayoría de los vicarios de España cobran menos que un guardia de Consumos y miles de clérigos andan a salto de mata, de sacristía en sacristía, buscando una misa para poner al fuego el pucherete, y si no salen a las carreteras cuadrillas de clérigos a robar, es porque tienen miedo a la Guardia civil, y tras dos días de hambre llega un tercero en el que pueden comer un mendrugo!