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No existiendo más que una comedia suya titulada La guarda cuidadosa, carecemos de los datos necesarios para juzgarlo ; pero la verdad es que hay que concederle no común capacidad.

Carecemos también de datos biográficos acerca de Luis de Belmonte , sabiéndose únicamente que floreció en tiempo de Lope de Vega. Sus comedias son poco más que medianas, y no brillan por su originalidad.

Ser como yo. La naturaleza nuestra es quizás más perfecta que la humana. Nosotros carecemos de vida, aparentemente; pero la tenemos grande en nosotros mismos. Para los imperfectos sentidos de los hombres, carecemos de movimiento, de afectos y de palabra; pero no es así. Ya ves cómo nos movemos, cómo sentimos y cómo hablamos.

Ya que dan con tanta abundancia, sabed si quiera recoger sus dones. Su riqueza alimenticia va á amamantaros por torrentes. «Más dicen aquéllos; precisamente carecemos nosotros de lo que constituye el sostén y como la armazón del hombre. Nuestra osamenta se dobla, se encorva, se comprime, gracias al harto débil alimento que sólo sirve para engañar el hambre.

Carecemos de un catálogo de éstas y no he de enumerar ni las más conocidas en los presentes datos biográficos, apuntando de paso que algunas se han perdido y no faltan tampoco otras que se le han atribuído falsamente y sin gran fundamento.

Por lo demás, carecemos de medios suficientes para determinar con exactitud los caracteres del drama visigodo, y hasta la lengua usada en el teatro.

En cambio carecemos por completo de pintura histórica, familiar y de costumbres.

El cuerpo A, que está en movimiento, choca con el cuerpo B, que está en quietud; y este, despues del choque, comienza á moverse; prescindiendo de si el choque de A ha sido causa del movimiento de B, lo que nosotros podemos asegurar es, que no tenemos intuicion de la actividad productiva del movimiento. ¿Qué nos dicen los sentidos sobre el cuerpo A? solo nos dicen que se ha movido con tal ó cual velocidad hasta el punto M, en que se hallaba el cuerpo B. ¿Qué nos dicen sobre el cuerpo B? solo nos dicen que ha comenzado á moverse en el instante en que el cuerpo A ha llegado al punto M; hasta ahora solo tenemos relaciones de espacio y tiempo entre dos objetos extensos A y B. ¿Donde está la intuicion de la actividad de A, y de su accion sobre B? carecemos absolutamente de ella.

No nos formamos idea fija de nada corpóreo, no tenemos regla para nada en el mundo sensible, carecemos de toda medida, andamos á ciegas, si no tomamos por norma la extension. Las proposiciones que acabo de establecer no expresan mas que hechos: bastará consignarlos, para que resulten demostradas aquellas. Esto es evidente.

Carecemos de datos más exactos acerca de esta época de su vida, pero parece que en este mismo tiempo estuvo también en Orán, y que mientras residió en Portugal tuvo relaciones amorosas con una dama portuguesa, cuyo fruto fué su hija Doña Isabel de Saavedra.