United States or Argentina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Menos seguridad tuve de ello cuando intenté «levantar» mi casa. Me parecía que esto equivalía a quemar mis naves, o, por lo menos, a darme ya por consentido en que había de ser muy larga mi permanencia entre los osos de Cantabria; y el temor de este riesgo me inclinó a dejar esas cosas como estaban, sobrándome buenos amigos en Madrid que mirarían por ellas.

De Cantabria.... Vienen a firmar la unión del Norte... explicó Lola . ¡A me gustaría ver el desembarque! Si hubiese tenido con quien ir. Yo fui.... ¡Qué lástima! dijo Baltasar. Chica.... ¡Vaya una idea! exclamó Josefina soltando menudas carcajaditas . Yo huyo de esas confusiones.... Me aterra pensar que pueden gentes sin educación apachucarme, pisarme.... ¡Qué fastidio!

En cuanto al Pomar ausente, sólo se sabía de él, por referencias de su hermano, que andaba bien de salud y que no tardaría en llegar, porque habría en la mina de oro empleos de mucho lucro para los dos. ¡Morrocotudos consanguíneos me había encontrado yo en aquellas alturas de Cantabria! Tenía razón Neluco: merecían ser conocidos de cerca por el solar y los solariegos.

Era aquel drama el mismo que ella había soñado en otro tiempo, cuando llegaron a Marineda los delegados de Cantabria, de cuyos riesgos y aventuras tanto deseara ser partícipe.

Ninguno le parecía al patriarca lícito; en su concepto, el amor, la paz, la fraternidad, eran las mejores bases para fundar la unión federativa, no sólo de Cantabria y de España, sino del mundo.

El Círculo Rojo dijo Borrén . Están obsequiando a los delegados de Cantabria. ¡Llegar por mar ahora mismo y tener humor para correrla! exclamó el teniente . ¡Lástima de naufragio! ¿A usted qué le parece de estas algaradas, Sobrado? ¿Qué me ha de parecer? Que antes de dos meses nos embromarán allá por Navarra los del Terso.... ¡Quia! Eso nunca, hombre. Eso murió, y los muertos no resucitan.

Tenía Amparo por cosa cierta que se acercaba la hora de señalarse con algún hecho digno de memoria: ansiaba, sin declarárselo a misma, emplear las fuerzas de abnegación y sacrificio que existen latentes en el alma de la mujer del pueblo. ¡Sacrificarse por cualquiera de aquellos hombres, venidos de Cantabria a vaticinar la redención; inmolarse por el más viejo, por el más feo, prestándole algún extraordinario y capital servicio!

No hubiera salido hoy, si no fuese por la Octava de San Hilario.... Pero ni aun la Octava estuvo a mi gusto; faltó muchísima gente de la que acostumbra alumbrar.... ¿Sabéis porqué? No dijo maquinalmente Josefina. declaró Baltasar , porque fueron a esperar al muelle a los delegados de Cantabria. Los delegados... ¿de qué? preguntó Josefina jugando con el abanico.

La region marítima de Cantabria, compuesta de las Asturias, la provincia de Santander y las vascongadas de Vizcaya y Guipuzcoa, comprendidas entre los Pirineos y el Atlántico, y con una poblacion de 1,056,500 almas.

Amparo narraba animadamente; los delegados de Cantabria habían desembarcado entre inmenso gentío que llenaba el muelle y la ribera: ella pensó por la mañana alumbrar en la octava de San Hilario; pero ¡qué octava ni octava!, en cuanto supo la venida del buque, allá se plantó, en el desembarcadero, abriéndose calle a codazos.... Los delegados son unos señores..., ¡vaya!, de mucho trato y de mucho mundo: ¡saludan a todos y se ríen para todos!, ¡republicanos de corazón, ea!