United States or Philippines ? Vote for the TOP Country of the Week !
No decía yo eso, respondió Cervantes; que San Pedro es calvo, y aun se me antoja haber visto en alguna parte que lo fue desde mozo; pero a mí, no sé por qué, los calvos me enojan, como me enojan otras muchas cosas que no enojan a nadie, y cuando una cosa me enoja, sobre ella me voy sin reparar en inconvenientes, y salga por donde saliere.
Hay hombre que se queda calvo, y defrauda al Estado, y arruina a varias familias, solamente para que dos caballos le lleven a todas partes a contemplar a otros hombres que también se han quedado calvos y han defraudado al Estado y a los particulares con el mismo objeto.
Era en verdad interesante aquel cuadro, y digno de figurar en los anales de la ciencia: cuatro varones de más de cincuenta años, calvos y medio ciegos de tanto estudiar, maestros de maestros, congregábanse delante de aquel mocoso que tenía que hacer sus cálculos en la parte baja del encerado, y la admiración les tenía mudos y perplejos, pues ya le podían echar dificultades al angelito, que se las bebía como agua.
Así fue conociendo a los amigos de su padre; aquella bohemia en la que la música iba unida siempre a un ideal de revolución europea; mezcla confusa de artistas y conspiradores; viejos profesores calvos, miopes, con la espalda encorvada por toda una vida de inclinación ante el atril; jóvenes morenos de ojos de brasa con erizadas melenas y corbata roja, que hablaban de destruir la sociedad, haciéndola responsable de que su ópera no fuese admitida en la Scala o de que ningún gran maestro quisiera echar una mirada a sus dramas líricos.
Los hay pálidos y linfáticos; los hay sanguíneos y mofletudos; unos se calan el gorrito hasta las cejas; otros lo echan hacia atrás; éstos parecen calvos; de aquéllos se diría que gastan barbas, y todos están más alegres que unas pascuas, y en su charlar ignoto exclaman sin duda: «Compañeros, á vivir se ha dicho. ¡Buena panzada de aire, de luz y de agua nos estamos dando!»
Decís bien, exclamó doña Guiomar, en lo de vuestra enemiga contra los calvos, que yo tengo para mí, que, como decís vos, la gran parte de las veces lo que la calvicie causa es el fuego de los malos y perversos pensamientos que en la cabeza arden, y queman la raíz de los cabellos y los mata.
Los olivos de áspero y dislocado tronco, los naranjos sobre cuyo verde oscuro resaltan las encendidas notas de sus frutos, y las robustas encinas que asientan como garras gigantescas sus raíces desnudas en la seca tierra, pueblan las vertientes de los cerros coronados de calvos y cenicientos peñascos.
A otros 20 no lejos de los Cerros Calvos, que los indios llaman Mbatobí con la misma fortuna los acabó, excepto uno que se escapó huyendo: con estas dos matanzas se hicieron los españoles mas cautos, y así despues escudrinaban ó exploraban las tierras con tropas mas crecidas: y á la verdad á fines de Enero, habiendo salido un numeroso escuadron, enviaron adelante cinco exploradores, á los que, habiendo el capitan José acometido con poquitos de los suyos, como no hicieren resistencia, los persiguió y mató á cuatro: mas el quinto, escapándose por la ligereza del caballo, llegó corriendo á los españoles, que estaban emboscados detras de las cabeceras llenas de bosque del Rio Vacacay, y esto, acometiendo con un numeroso escuadron al sobredicho capitan, y á pocos de los suyos, como por defecto del caballo cayese en una fosa que habian hecho los toros, le rodearon ó cercaron, y tambien á algunos indios que iban corriendo al socorro del capitan; á quien primero con una lanza, y despues con una pistola, mataron.
En el crucero, arrodilladas entre el coro y el altar mayor, veíanse varias monjas de almidonadas y picudas tocas cuidando de algunos grupos de niñas vestidas de negro, con lazos rojos o azules, según el colegio a que pertenecían. Unos cuantos militares de la Academia, gruesos y calvos, oían la misa de pie, apoyando el ros sobre el pecho de su guerrera.
El jugo del gogo levanta en la batea donde se prepara, una blanca é hirviente espuma; su uso es muy frecuente y, general en Filipinas, y sin duda alguna que la frescura que presta á la cabeza y la limpieza que origina, son causa, en gran parte, de que sea sumamente raro encontrar calvos en el Archipiélago.
Palabra del Dia
Otros Mirando