United States or Kazakhstan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tuve esta idea cuando estaba aquí sin habla, y al despertar me agarré a ella... Es la llave de la puerta del Cielo... Hijo mío, estate calladito, y no chistes, que si tu mamá se va es porque Dios se lo manda... ¡Ah!, don Plácido, ¿está usted ahí?...». , señora dijo el hablador entrando en la alcoba con los ademanes más oficiosos del mundo . ¿Qué se le ofrece a usted? La señora me ha encargado...

Anda, anda, y qué calladito se lo tenía. ¿Monta usted a la inglesa o a la española? Yo no ... Sólo que monto bien. ¿Quiere usted verlo? Hombre, ... Vaya, una apuestita: si no se rompe usted la cabeza, pago el alquiler del caballo. Y si usted no se desnuca en la máquina, la pago yo. Convenido. ¿Y , Polidura? ¿Yo?... en el coche de San Francisco. Pues allá los tres. Sus convido a caracoles.

Toda la tarde me han picado las moscas. ¿Es que yo soy una mosca, Flora? No, eres un moscón; no picas pero zumbas, zumbas sin cesar y me mareas. ¿Quieres entonces que me esté callado? , estate calladito y no me digas las simplezas que me ensartaste el día pasado en Rivota. Jacinto bajó la cabeza y permaneció en pie y silencioso. Su rostro terso de adolescente expresaba profunda tristeza.

Toda la noche la paso hablando contigo y con la Nela... ¡la pobre Nela!, tengo curiosidad de verla, una curiosidad muy grande. Yo misma iré a buscarla mañana.... Vaya, se acabó la conversación. Calladito, o me marcho. Quédate.... Hablaré conmigo mismo.... Ahora voy a repetir las cosas que te dije anoche, cuando hablábamos solos los dos... voy a recordar lo que me dijiste.... ¿Yo?

«Mira que te estrello... Verás la azotaina que te vas a llevar... ¡Y qué gordo está el tunante!, parece mentira...». Quelo un batón... ¡hostia! ¿Un bastón?... también te lo compramos, hijo, si te estás calladito... A ver, dónde encontraremos bastones ahora... Buena falta le hace dijo Guillermina, y de los de acebuche, que escuecen bien, para enseñarle a no ser mañoso.

¡Y qué calladito se lo tenía! dijo Valle. Yo lo sabía ya hace días, pero no me atrevía a publicarlo, comprendiendo que D. Bernardo se estaba haciendo el uniforme para dar una sorpresa a sus amigos, como así resultó repuso Juanito Romillo, a quien molestaba muchísimo el ignorar cualquier noticia. Está muy bien, ¿no es verdad? preguntó doña Martina, llena de cándido orgullo.

No, hombre.... Esos son solaces a la alta escuela y por todo lo fino, que no le quitan a uno el sueño.... Es... una cigarrera. ¡Hola... picarón! ¿Esas tenemos, y tan calladito? Usted mismo me la enseñó y me habló de ella.... La chica del barquillero. Borrén chasqueó la lengua contra el paladar.

Quiero que seas leal conmigo, como yo lo soy contigo. En cuanto te canses avisas... Aquí no me entres a ningún hombre, porque si algún día descubro gatuperio, me marcho tan calladito y no me vuelves a ver... Lo mismo haré si lo descubro fuera. Si te portas bien, no dejaré de protegerte, ni aun en el caso de que me fuera preciso dejarte».