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Siendo un enjerto del mal, emblema y producto del pecado, no tenía derecho á estar entre niños bautizados. Era muy notable el instinto con que la niñita comprendía su soledad y el destino que había trazado un círculo inviolable en derredor suyo; en una palabra, todo lo peculiar de su posición respecto á otros niños.

La conversación del círculo, que empezaba casi siempre con el tema de la guerra, pasaba insensiblemente al de los empleos. Leopoldo Montes, cesante eterno, Relimpio, y otros que tenían entre los dientes alguna piltrafa del presupuesto, se arrojaban con deleite famélico sobre aquel tema picante. «Usted, ¿cuánto tiene?».

Los que han tenido dicho intento, y no han sido pocos, han dado a luz por lo común monstruosos engendros. A nuestro ver, la epopeya trascendental, menos realizable que la cuadratura del círculo, que el movimiento continuo, y que el arte de hacer oro, es una mala tentación, muy cercana de la locura.

Ejecutan un baile llamado acubac que se reduce á poner á las mujeres en el centro, y los hombres agarrándose uno á otro por la cintura van marchando en círculo alrededor de ellas, levantando la pierna dando una fuerte patada en el suelo al compás de una canción muy lúgubre y pausada que con voz casi imperceptible entonan las negras, y á la que ellos contestan con una especie de terminaciones consonantes; á este triste canto le llaman inalug.

Durante este tiempo, la influencia del campo, la vida más íntima y sobre todo la necesidad de acallar el grito de su conciencia, hicieron a Tristán más cariñoso y atento con su esposa. Apartado de la vida de café y de círculo y de las rivalidades de la vida literaria, el lazo del amor conyugal se estrechó.

Por otra parte, mi licencia está por terminar y tengo que volver a Berlín. Le pregunto si no podría conseguir una prórroga, pero bien veo que no la quiere: «Echa de menos el círculo...» Todos sabemos lo que es eso. Y, además, tiene que vender sus muebles y que arreglarse con sus acreedores. Vete, pues le digo; y Dios te acompañe, hijo mío.

Y lo que es más esencial, puesto que forma la parte más importante de la poesía dramática, lleva al espectador al paraje céntrico, desde el cual columbra en el conjunto su verdadera perspectiva, y contempla todo el círculo de los esfuerzos hechos por los personajes que intervienen en la fábula, y el resorte más íntimo que la produce.

Sin embargo, como lo primero es el partido, voté. Luego tuve que ir al Círculo para buscar a uno. ¿Jugaste? Poco: hasta las siete. ¿Y qué tal? Medianamente; gané mil pesetas. Pues me vienen al pelo.

En primer término asomaron las cabezas los recién venidos, y al punto calló la música y se oyeron vivas a los delegados, a Cantabria, dominando el clamoreo una voz aguardentosa que desde la esquina repetía incansable «¡Viva la honradez!». Una mujer se adelantó, y entrando en el círculo de luces, gritó con voz fresca y potente: ¡Que brinden a la salud del pueblo!... ¡Que brinden!...

Al tercer plato disparó con bala rasa contra la propiedad, el capital y la clase media, y el presidente del Círculo, patrón y dueño del establecimiento, hubo de amoscarse; poco después fue el patriarca mismo el enojado, a causa de no qué frases sobre el derecho de insurrección y el empleo de medios violentos y coercitivos.