United States or Curaçao ? Vote for the TOP Country of the Week !


La miré largo rato a ojos descubiertos porque la veía muy bien, y porque cuando el hombre está así en tensión de aspirar fijamente un cuerpo hermoso, no recurre al arbitrio femenino de los anteojos. Comenzó el segundo acto. Volví aún la cabeza al palco, y nuestras miradas se cruzaron.

Hay diez musas. O por mejor decir, no hay diez musas sino una. Antes había nueve. La una, que las ha matado, es una musa horrible que vive de dar muerte. Esa musa es el <sc>Hambre</sc>. El hambre es la musa de los españoles. ¿Quién dijo esto? ¿Quién lo dijo? Venturita. No señor: don Ventura. Aun no señor: el excelentísimo señor don Ventura de la Vega.

Comunmente son dobles, habiendo al pié de cada una de ellas una laguna de una, dos, y aun de tres millas de largo. Las mas principales de estas lagunas, son las del Bravo, el Palantelen, Lobos, Cerrillos, &a.

Por eso, aun sin la prohibición terminante del médico, no habría querido recibir a ninguno de ellos durante el día. Cuando se tratara de despedirse de todos, ya sería diferente.

Por la tarde, a las tres. ¡En punto de las tres! Trabajaremos hasta las cinco. A esa hora puede usted retirarse. Cuando tengamos algo extraordinario trabajaremos hasta concluir. Pero esto no sucede más que de tarde en tarde. ¿Está usted conforme? ¿? Pues bien, ¡quedamos arreglados! Si al llegar ve usted cerrado el despacho, señal es de que aun no vuelvo o de que estoy durmiendo la siesta.

Faltaba aún un cuarto de hora para la partida del tren, y yo empezaba a alarmarme por la noche que me esperaba en caso de que hubiera habido error en la asignación de las piezas. Perdón, señor dije en mi mal inglés; en este compartimento no hay más que dos camas, y yo tengo el billete de una de ellas. Como calculo que habrá error, sería bueno corregirlo antes de que el tren se ponga en marcha.

Unos verdaderos sibaritas los tales viñadores; ¿y aún se quejaban y exigían reformas amenazando con la huelga?... En el Caballista, los que eran propietarios de las viñas mostrábanse enternecidos por repentina piedad, y hablaban de los gañanes de los cortijos. ¡Aquellos pobrecitos que eran merecedores de mejor suerte!

25 de la cual soy hecho ministro, por la dispensación de Dios la cual me es dada en vosotros, para que cumpla la palabra de Dios; 28 el cual nosotros anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para hacer a todo hombre perfecto en el Cristo Jesús; 29 en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operación de él, la cual él obra en poderosamente.

De todas maneras, llegó a haber motivos muy considerables para que, aun sin contar con aquella su natural inclinación, consagrara más hondo, interés a sus reuniones de confianza, que a las ruidosas solemnidades del «gran mundo».

Fue recibido con una aclamación, en que tomaron parte las señoras. Sin saber cómo, y cuando la emoción producida por tal recibimiento aún le tenía medio aturdido, se vio Reyes al lado de su ídolo, Serafina, que había comido mucho y bebido proporcionadamente. Estaba muy colorada y de los ojos le saltaban chispas.