United States or Georgia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En primer lugar, un caso como el tuyo es raro replicó Carmen aturdidamente, sin sospechar el efecto terrible que iban a producir sus palabras. lo has querido de veras a José Luis, es cierto, pero bien desdichada fuiste, Laura; y es que en estos tiempos, hija... Enmudeció repentinamente, azorada y comprendiendo que había cometido una torpeza irreparable.

Cuando ofreció el azúcar al inspector general, éste le dio las gracias, diciendo que tomaba el café sin azúcar. ¡Es raro! exclamó aturdidamente la viuda. Lo mismo que el señor Simón...

Quiero decir, que pone el dinero en la mesa aturdidamente, en varios sitios á la vez, y luego ni se acuerda de qué puestas son las suyas. Revolotean en torno de ella los «levantadores de muertos», y cuando gana, siempre se le llevan algo de lo suyo. Ha estado dos años jugando nada más que con fichas de quinientos y de mil. Ahora sólo juega con las de cien.

Una cosa es hablar, acompañar, animar, y otra.... Por lo menos así pensaba Borrén, que más tenía de sandio rematado que de perverso. Y no obstante su flaqueza, no supo resistir a la segunda ojeada, coercitiva al par que suplicante, de su amigo. Bebió la hiel hasta las heces, y echó tras la Comadreja pisando aturdidamente coles y maíz tierno.

Usted ha prometido ser mi amigo. Debe salvarme, debe salvarme de ese hombre... , de ese hombre cuyo simple contacto esparce la muerte! Apenas hubo pronunciado estas palabras, vaciló, tendió aturdidamente sus finas manos blancas, y hubiera caído al suelo sin sentido, si yo no hubiese dado un salto adelante y la hubiera tomado en mis brazos.

Hay que dispensarlo, hijito; si ya sabes que esto no es el Café de París; no podemos dártelo mejor. La tía callaba. Pampa, aturdidamente, al presentarle un plato, pisó un pie del niño, y éste, que reventaba de mal humor, levantóse entonces hecho una fiera y se arrojó sobre la india, dándole de moquetes brutales. ¡Ay, niño! ¡ay, niño! clamaba la infeliz.

¡Y bien! ¡pueden ustedes alabarse de haberse hecho desear! dijo aturdidamente Diana, después de la presentación de Huberto Martholl; hace una hora que suspiramos por turno: ¿Vendrán? ¿Les has avisado? ¡Con tal que no se hayan olvidado! Me gustaría ser esperada con tanta ansiedad.

Las palabras de ella también alarmaban á Robledo. Nunca había estado en América, y sin embargo, una tarde, en un del Ritz, le habló de su paso por San Francisco de California, cuando era niña. Otras veces dejaba rodar aturdidamente en el curso de su conversación nombres de ciudades remotas ó de personajes de fama universal, como si los conociese mucho.

María Teresa disimuló la satisfacción de vanidad que le procuraba aquel pequeño triunfo, y como el joven se acercase a ella, le dijo simplemente, tendiéndole la mano: ¡Qué feliz idea de venir a vernos! Mi madre tendrá un gran placer... Diana, por el contrario, exclamó aturdidamente: ¡Y bien! ¿y la bicicleta?

Por de pronto, tome usted veinte duros para los primeros gastos... papel, tinta, plumas. Maltrana cogió el billete con cierta emoción, contestando aturdidamente a todas las recomendaciones del personaje. A trabajar, joven. La vida no es un sueño; hay que trabajar, hay que ser prácticos. Tratándose de un joven formal como lo es usted, creo inútil recomendarle la prudencia.