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Mira: cuando las miserias y desdichas tienen larga la corriente y son continuas, o se acaban presto con la muerte, o la continuación dellas hace un hábito y costumbre en padecellas, que suele en su mayor rigor servir de alivio; mas cuando de la suerte desdichada y calamitosa, sin pensarlo y de improviso, se sale a gozar de otra suerte próspera, venturosa y alegre, y de allí a poco se vuelve a padecer la suerte primera, y a los primeros trabajos y desdichas, es un dolor tan riguroso, que si no acaba la vida es por atormentarla más viviendo.

Vínosela otra vez a las mientes a la bella viuda, que aquel en quien había creído ver a la dichosa persona que la enamoraba, no había sido un hombre, sino un duende, que había tomado aquella apariencia para burlarla y atormentarla, y que, a causa de llevar ella la milagrosa medalla del Santo Oficio, el duende había huido; pero oyó a punto uno como resuello recio de persona que duerme, que allá de lo hondo del oscuro cuarto salía, cosa que doña Guiomar sintió más que si en efecto su enamorado se hubiese tornado en humo y desaparecido; porque quien de tal y tan sosegada y profunda manera se había dormido, cuando ella le había dicho que la esperase, no debía ser muy extremado en amar; que ella sabía muy bien, y a causa de él mismo, que el amor desvela, y tanto más cuanto se está más cerca del objeto amado, y en términos de duda y esperanza.

El reposo relativo del espíritu de Doña Blanca cuando pensó haber hallado la solución de su difícil problema, la hizo caer en una postración, en una atonía peligrosa. Por otro lado, no obstante, su imaginación, fecunda en atormentarla, le ofrecía mil motivos de aflicción y de ira.

Continúo: teniendo, pues, mucho más talento que mi tía, me ha de ser fácil atormentarla de palabra. Anoche me he comprometido conmigo misma a fastidiarla y he tomado a la luna y a las estrellas por testigo. Hija mía díjome con seriedad el cura, no me quieres oír, y te arrepentirás.

, había que decirle la verdad, esto es, la verdad de lo que no había; don Álvaro no había conseguido mayor favor de Ana Ozores, esto era lo cierto». Pero antes de buscar al Magistral, Ana quiso fortificar el espíritu por misma. Sentía la fe vacilante, los sofismas vulgares de don Carlos el libre-pensador venían a atormentarla a cada instante.

Si los que atormentan a la joven doña Eulalia no me obedecen, no es porque no estén en ella o en torno de ella, sino porque son muy ladinos y marrajos. Si están en ella, se esconden, se recatan y se parapetan de tal suerte, que se hacen sordos a mis conjuros; y si la cercan, para atormentarla, andan sobrado listos para escapar cuando yo llego, y no volver a las andadas sino después que me voy.

Tal vez en la misma noche en que Arturito y el gaucho reñían un duelo a muerte, ella con el inglesito se había olvidado de todo. El puño del bastón, con su monstruosa y semi-humana figura, de repente se trocó en un espectro para ella; en un espectro que acudía a atormentarla con burlas espantosas. La señora de Figueredo, con todo, no se ahogaba en poca agua ni se asustaba por cualquier niñería.

Al fin, el público se cansó de atormentarla con sus miradas, sonrisas y murmullos, y fijó de nuevo su atención en la escena. La congoja de doña Paula fué cesando poco a poco; pero quedaron restos de ella por toda la noche. La causa de aquel incidente era el abrigo de terciopelo guarnecido de pieles que la buena señora se había puesto.

«Calle usted, cicatero le contestó la joven avanzando hacia la mesa . Usted es el que la crucifica a ella, porque pudiendo darle todo lo que le pide, que bien de sobra lo tiene, no se lo da: y hace muy mal en atormentarla si piensa dárselo al fin». Vamos, usted se me ha pasado al enemigo.

Una sola palabra. ¿Quieres que traiga aquí á doña Clara? No... no... no quiero atormentarla... ella no tiene la culpa... dejad á doña Clara en paz. ¿Pero no habías pensado vengarte?... Me vengaré, Manuel, pero noblemente. Aborrezco á esa mujer, pero sólo como á una cosa que me hace daño... no quiero ser infame... que nada sepa doña Clara... no hay necesidad, basta con que lo sepa él.