United States or Cook Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Francisco Valls, Soltero, hijo de Rafael Valls mayor y de Isabel Bonnin, su mujer, natural y vecino de esta ciudad, botiguero de oficio, de edad de veinte y cuatro años, preso por delito de judaismo. Salió al Auto en forma de penitente, con sambenito de dos aspas y vela verde en las manos.

La acequia que le daba movimiento caía partida en tres, de ocho a diez pies de altura, por unas canales de madera toscamente labradas, negras por la humedad y apuntando a las aspas, que al girar levantaban remolinos de espuma y tapaban casi por entero las aberturas en medio punto por donde el agua penetraba. Dentro todo era tosco también como fuera.

En sus huecos algunas sombras saludaban con brazos que parecían aspas, aquella llama roja que resbalaba sobre el río, marcando la línea negra de la barca y las siluetas de los dos hombres encogidos en sus asientos. Había corrido la noticia de la expedición por toda la ciudad y la gente gritaba saludando el rápido paso de la barca: ¡Viva don Rafael! ¡viva Brull!

Hacía frío y yo no estaba alegre. El lugar, la estación, la manifiesta pobreza que trascendía de todo lo que me rodeaba y la dificultad misma de ocupar aquel largo día lluvioso en un medio tan poco apropiado para ofrecer comodidades, me envolvían en un ambiente de hielo. Recuerdo que desde las ventanas se veían dos grandes molinos de viento que sobresalían sobre las tapias del jardín, cuyas aspas grises cruzadas de rayas oscuras giraban sin cesar delante de los ojos con una monotonía adormecedora en aquel movimiento. Agustín mismo se ocupó en una porción de cuidados domésticos y de detalles de casa, de donde colegí que su mujer no tenía sirvienta y que ella y su marido atendían a todas las necesidades del hogar.

Rafael Joaquín Valls, hermano de estos dos últimos, natural y vecino de esta Ciudad, de edad de veinte y ocho años, preso por delito de judaismo. Salió en forma de penitente, con sambenito de dos aspas, soga de esparto al pescuezo y vela verde en las manos.

Salió en forma de penitente con sambenito de dos aspas y vela verde en las manos. Leyósele su sentencia con méritos; abjuró formalmente sus errores, fue reconciliado en forma, advertido, reprendido y conminado, y condenado a hábito y cárcel por dos años, y confiscación de sus bienes.

Salió en forma de penitente, con hábito de dos aspas y vela verde en las manos. Leyósele su sentencia con méritos y abjuró formalmente sus errores; fue reconciliada en forma, advertida, reprendida y conminada, y condenada a hábito y cárcel por dos meses y confiscación de bienes.

Acaso juzgue usted demasiado pueril el que me acuerde de que, hace treinta y cinco años, un día que levantaba mis trampas en un terreno recientemente labrado, hacía este o el otro tiempo, que las tórtolas de septiembre cruzaban con un batir de alas muy sonoro, y que en torno del llano los molinos de viento esperaban con las aspas desnudas el viento que no llegaba.

¿Han visto ustedes unas caras paradas, unos ojos mudos, unos corbatines siempre iguales, un vestido regular y uniforme, unos cuerpos ni elegantes ni mal vestidos, unos brazos que se balancean monótonos, siempre con la regularidad y compás de las aspas de un molino? ¿Saben ustedes que los hombres de esas señas hablen nunca nada que pueda ser referido, escriban nada que deba ser leído, hagan una acción digna de ser imitada?

Unos traían al pescuezo, en señal de los centenares de azotes que habían de recibir, una cuerda anudada varias veces, a lo largo, y el pueblo contaba en voz alta los nudos, entonando un coro compungido y socarrón, a fin de aumentar el oprobio; otros se señalaban a distancia por la bayeta amarilla de los sambenitos, y la experta multitud deducía las culpas y condenaciones con sólo observar los pintarrajos de aquellos capotes de infamia que, ora llevaban un aspa roja, media o entera, ora las dos aspas del martirio de San Andrés.