United States or Côte d'Ivoire ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un oscuro vapor de opio y de rocío se exhala de su halo de oro, y dulcemente, filtrando por la cumbre tranquila de la montaña, resbala perezosa y armoniosamente por el valle universal. El romero se adormece sobre la tumba, el lis se inclina hacia la onda. Envolviéndose en la bruma se hunde en el reposo.

Al pie de la más corpulenta de aquellas encinas, la más inmediata al bosque, yo encendía hogueras en mi infancia; a pesar de tantas lluvias de invierno, el humo ennegrece aún aquella corteza ruda. Siendo joven, allí escribí con lápiz muchas melodías poéticas que cruzaron mi imaginación conmoviéndola, como la tibia brisa primaveral hacía mover las ramas armoniosamente sobre mi cabeza.

María Teresa se aproximó a la ribera; Huberto la siguió; viéndolo nadar tan armoniosamente le vino a la mente la idea de que si no había quizá en él temple para hacer un héroe, sabía presentar hermosas formas artísticamente amoldadas en una malla de seda negra.

Hablando él y yo escuchando, las horas nocturnas, de negra clámide, se habían ido alejando armoniosamente; las horas matutinales danzaban ya en los umbrales del día, y un revuelo de sus túnicas color violeta penetraba por la hendedura de nuestros balcones; la aurora, con dedos de rosa, golpeaba silenciosamente en el vidrio de nuestras pupilas.

Ante la posteridad, ante la historia, todo gran pueblo debe aparecer como una vegetación cuyo desenvolvimiento ha tendido armoniosamente a producir un fruto en el que su savia acrisolada ofrece al porvenir la idealidad de su fragancia y la fecundidad de su simiente.

Este no llevaba falda ni toca mujeriles. Iba casi desnudo, como los hombres condenados al trabajo, con una tela arrollada á los riñones por toda vestidura y mostrando los musculosos relieves de un cuerpo armoniosamente formado. Antes de reconocerlo con sus ojos, sintió el gigante que un instinto fraternal despertaba en su interior para avisarle quién era.

El pueblo, bajo cuya palabra no comprendemos las heces más bajas de la sociedad, á pesar de todo el empeño que se muestra en pervertirlo y confundirlo, conoce y siente siempre lo poético y lo sublime; ni están tan embotadas sus facultades, que no pueda despertar de su letargo aspirando el perfume embriagador y poderoso de la flor más brillante de la poesía; no se han atrofiado ya hasta tal punto las fibras de su corazón, que resonaban antes armoniosamente, cuando un poeta verdadero pulsa esa lira profanada, arrancándole sonidos más enérgicos y melodiosos; su alma se conmueve todavía ante el espectáculo de lo noble y lo grandioso, en los tiempos pasados y presentes; no se ha extinguido en él tampoco el don de disfrutar de los cuadros seductores y aéreos, creados por la fantasía, ni sus ojos dejan de derramar lágrimas al contemplar la lucha gigantesca del héroe glorioso, defendiéndose hasta el fin del destino inexorable, ni sus labios, en fin, niegan la sonrisa á los chistes, si están inspirados por la delicadeza y por la gracia ática.

Pero el ilustre Momaren quedó herido para siempre después de esta traición, y muy pocos le han visto sonreir. El dolor es el agua que riega los jardines de la poesía y hace crecer sus árboles más lozanos. Como usted notó durante la lectura de sus versos, este gran poeta sólo canta armoniosamente al recordar sus dolores.

Ella les sonrió, mostrándoles los dos mocetones ingleses á los que servía de lazarillo; dos Apolos rubios, tostados por el sol, con la nariz que descendía recta de la frente, la dentadura brillante, el cuerpo esbelto y armoniosamente membrudo, pero los ojos apagados y un gesto trágico en la boca, de desesperación, de protesta, al verse muertos en vida. Son mis dos flirts, ¿Qué les parecen?

El estudio del vestido blanco, destacándose de un fondo muy claro, había interesado á Mauricio, que miraba su lienzo con cierta satisfacción pensando que no estaba mal. De repente, la cabeza morena de la desposada le desagradó; era una mancha brutal de tinta en la tierna escala de tonos delicados que había agrupado tan armoniosamente. Cogió un raspador y de un solo golpe decapitó á la novia.