United States or Papua New Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Volviendo a nuestro Polo prosiguió Rafael , no satisfecho con tener un nombre tan adaptado al título de una colección de poesías, se le ocurrió la idea de poner también el de su madre, o el de su abuela, según lo más o menos armonioso de las sílabas, y tuvo la satisfacción de estampar con letras góticas en el frontispicio de su obra: Por A. Polo de Mármol; y quedó tan contento al ver en papel vitela su nombre prosaico prolongado, ennoblecido, sonoro, distinguido y soberbio, a manera de un paladín antiguo que sale de la tumba con su armadura mohosa, que se creyó otro hombre distinto del que era antes; se admiró y se respetó, como aquel oficial portugués que viéndose en el espejo, armado de pies a cabeza, se echó a temblar, teniendo miedo de mismo.

La hablaba misteriosamente al oído, sin saber casi lo que decía; murmuraba en su sonrosada oreja palabras acariciadoras que le parecían dichas por otro y le estremecían al decirlas con escalofríos de pasión. , era verdad; aquella noche era la soñada por el gran artista: la noche de bodas del arrogante Mayo con su armadura de flores y la sonriente Juventud.

Inmediatamente salió el barón de Morel de su tienda y se dirigió al galope hacia el balconcillo regio, ante el cual detuvo súbitamente al fogoso corcel con tal fuerza que lo hizo retroceder y alzarse de manos, á tiempo que el jinete saludaba profundamente. Llevaba el barón brillante armadura blanca, escudo blasonado y yelmo con largo y airoso penacho de plumas también blancas.

Sólo un héroe de corazón fuerte podía despertarla... Y al oír los pasos férreos del conquistador, los ojos de la india virgen parpadearon, extendió los brazos, y sus pechos vinieron a aplastarse sobre el peto de una armadura. Era el héroe prometido; el amor que despierta bajo la caricia del guantelete metálico; el abrazo fecundador acompañado en sus temblores por un tintineo de armas.

La cofradía siguió su marcha triunfal, dejando rezagados en todas las tabernas y caídos en todas las calles. El sol, al salir, la sorprendió muy lejos de la parroquia, en el extremo opuesto de Sevilla, haciendo centellear con sus primeros rayos la armadura de joyas de la imagen y alumbrando los rostros lívidos de la escolta popular y de los «nazarenos», que se habían despojado del antifaz.

Paseábase por las orillas del Eufrates, persuadido á que le habia destinado su estrella á irremediable desdicha, y recapitulaba en su mente todas sus desgracias, desde la muger que no podia ver á los tuertos, hasta la de su armadura. Eso he grangeado, decia, con haber despertado tarde; si no hubiera dormido tanto, fuera rey de Babilonia, y posesor de Astarte.

D. Alvaro de Sande, después de ido el Duque y los que iban con él, comenzó á cortar dellos, y inviando D. Enrique de Mendoza, uno de los que se habían ido, por una armadura que había dejado, dijo D. Alvaro que llevasen las armas del conejo.

Después se quitó algunas piezas de la armadura, ayudado por Roger, que hizo lo propio con la suya, mientras el barón continuaba, dirigiéndose á Norbury: Si el príncipe ha pasado ya con el grueso del ejército, indagad como podáis el paradero de Chandos, Calverley ó Nolles. ¡Dios os proteja!

El traje de más de un año, las botinas fatigadas, la ropa interior con desgarrones mal compuestos, no le entristecían en los momentos difíciles. Lo importante era poseer un sombrero de moda y conservar el gabán de pieles, el collar de perlas, las esmeraldas, los brillantes, toda la armadura honorífica y gloriosa, dentro de la cual quería morir.

En la Guardia Blanca tenemos tiradores capaces de asaetear uno por uno todos los encajes y junturas de la armadura mejor construida. Y ahora, pequeñuelos, id á traerme mis flechas, que algo cuestan y mucho sirven y no es cosa de dejarlas clavadas en los troncos secos del camino.