United States or Palau ? Vote for the TOP Country of the Week !


Seis años de paz tenían impacientes á millares de veteranos que habían participado en las jornadas de Crécy, Nogent y Poitiers y para quienes no existía perspectiva más risueña que la de invadir el territorio de Francia ó España, mandados por el hijo de su soberano, el famoso Príncipe Negro; y de uno á otro mar sólo se hablaba de aprestos bélicos, de reclutamientos y de concentración de fuerzas en los puntos de antemano señalados.

Al fraile le gané una noche 50.000 pesos; al clérigo Lima, otra, 25.000; ¿pero esto?..., ¡estas son pij...!» Un año se pasa en estos aprestos de guerra y al fin en 1830 sale un nuevo y formidable ejército para Córdoba, compuesto de las divisiones reclutadas en La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis.

Y cien cadalsos ven en el vacío levantando sus moles altaneras, y ven el hacha y el ecúleo impío, y los potros, los hierros, las hogueras, y escuchan de los circos el gentío, mezclando su rugir al de las fieras; más al ver los aprestos del combate su noble corazón con fuego late.

Las órdenes superiores de los gefes de aquel vireinato, cuya atencion llamaban las operaciones y aprestos que se prevenian en el Cuzco, frustraron la solicitud de Orellana, y D. Baltazar Semanat, corregidor de Arequipa, se negó enteramente á sus instancias y pretensiones.

Para Ben Zayb aquello era matarle á un hijo tan guapo y tan valiente, nacido y criado con tanto dolor y fatiga y ¿dónde encajar ahora la soberbia catilinaria, la exhibicion espléndida de aprestos bélico-justicieros?

En una palabra, podían observarse en aquel espacio, no mayor que la palma de la mano, los aprestos militares de un ejército que se pone en marcha. Algunos labriegos, asomados a las ventanas, contemplaban el espectáculo; las mujeres sacaban la cabeza por los ventanillos de los graneros. Los posaderos llenaban las cantimploras en presencia del caporal schlague, que se hallaba de pie junto a ellos.

Los aprestos se hicieron en Montevideo, y el virey Vertiz, que gobernaba estas provincias, acordó con un carpintero los auxilios que debian darse á D. Juan de la Piedra, nombrado Comisario y Superintendente de los nuevos establecimientos patagónicos.

Por lugarteniente iba D. Álvaro de Sande; maestre de campo general D. Luis Osorio; general de la artillería Bernardo de Aldana; administrador del hospital el obispo de Mallorca. Embarcábanse sin cesar artillería, municiones, vituallas y máquinas, pero iban muy retrasados los aprestos.

Hasta el 10 de febrero no se concluyeron los aprestos, cuya duración, llevados al principio, era en esta fecha de seis meses.

De ella escribió al Conde de Essex los pormenores que van referidos; agregó las noticias políticas que había recogido desde la separación, y contestando las recibidas de Londres manifestó su aprobación, así relativamente á los aprestos que se iban haciendo de la expedición contra Cádiz, como á los más atrasados de la jornada de Drake á las Indias.