United States or Spain ? Vote for the TOP Country of the Week !


Leonora hacía esfuerzos por contener su risa de niña, al sentirse con los pies apresados por las marañas de juncos y recibir las duras caricias de las ramas que se encorvaban al paso de Rafael, y recobrando su elasticidad la golpeaban el rostro. Pedía auxilio con apagada voz, y Rafael, riendo también, la tendía la mano, arrastrándola hasta el pie del árbol donde cantaba el ruiseñor.

El guardian nos dice que en la fábrica de este monumento, que es de bronce, se han empleado doce mil cañones, apresados por Bonaparte á los enemigos de Francia. Los cimientos de esta gigantesca pirámide, imitacion de la columna de Trajano, en Roma, tienen una profundidad de doce varas; su diámetro no baja de cinco, y de cincuenta la elevacion.

Preciso fue, una vez consumado aquel acto, arrostrar sus consecuencias: dos navíos ingleses, también muy mal parados, hacían fuego sobre el Santa Ana; pero éste era socorrido oportunamente por el Asís, el Montañés y el Rayo, tres de los que se retiraron con Gravina el día 21, y que habían vuelto a salir para rescatar a los apresados.

Otros muchos comandantes cayeron en poder de los ingleses, y algunos murieron. Sus navíos corrieron igual suerte que los nuestros: unos se retiraron con Gravina; otros fueron apresados, y muchos se perdieron en las costas. El Achilles se voló en medio del combate, como indiqué en mi relación.

Quedaron apresados el Bahama, que se deshizo antes de llegar a Gibraltar; el San Ildefonso, de 74, comandante Vargas, que fue conducido a Inglaterra, y el Nepomuceno, que por muchos años permaneció en Gibraltar, conservado como un objeto de veneración o sagrada reliquia. El Santa Ana llegó felizmente a Cádiz en la misma noche en que le abandonamos.

La doctora, como si adivinase la necesidad de atizar su odio contra el gran enemigo, apelaba á los recuerdos históricos: Gibraltar robado por los ingleses; las piraterías de Drake; los galeones de América apresados con metódica regularidad por las flotas británicas; los desembarcos en las costas de España, que habían perturbado la vida de la Península en otros siglos.

Y habiendo dado tormento á un indio gandul de los apresados, para que confesase lo que sabia de los Césares, dijo, que sabia eran españoles, y que así los llamaban ellos: y por ser de esta parcialidad, que los habia visto, y que siete caciques con siete parcialidades estaban esperando á dicho General y su gente, mas acá de la sierra, para matarle con todos los suyos, debajo de palabra de amistad.

Lo cierto es que el rapaz abrió la mano, separando mucho los dedos, y los ochavos apresados cayeron entre los restantes, con metálico retintín. No por eso hay que figurarse que Perucho renunciaba a sus dos cuartos, los ganados honradamente con la agilidad de sus piernas. ¡Renunciar! ¡A buena parte!