United States or Luxembourg ? Vote for the TOP Country of the Week !


Defendió a su antigua querida o, mejor dicho, la compadeció como un hombre galante que ya no ama, pero que se cree amado aún. Llenó este dulce deber con una tal delicadeza, que Germana aun quedó agradecida, porque apreció una vez más la rectitud y la firmeza de su alma. Además, si le permitía al conde dar su compasión a la señora Chermidy, es porque estaba bien segura de poseer todo su amor.

Queriendo salir la Fe de Triunfo, no yo como pueda negarle sus victoriosas insignias la más Católica Palma, ni dejarlas ella de admitir para su exaltación con aprecio y con aplauso.

Pues qué, ¿no soy buen cristiano? Lo eres. Es una de las partes que más aprecio en . Por eso confío en que pienses que voy á ser esposa de otro y no desees nada. Sólo el deseo es ya pecado. Acuérdate de los mandamientos. Oye, ¿y está en mi poder no desear? . Cállate; no digas nada á nadie, ni á mismo, cuando desees, y el silencio matará el deseo. Me matará á antes.

Carece de serenidad, de calma y de paciencia, y en la destrucción de sus obras de arte y en el suicidio con que termina, hay tal frenesí de vanidad lastimada que, si bien no nos quita la conmiseración por el héroe, rebaja mucho el aprecio y la simpatía que al principio logró inspirarnos. La sátira ingerida o combinada con la novela tiene además una grave contra.

No diga usted eso dijo secamente la señora Aubry. Muy bien le iría con la pobreza á usted, que no se escasea ninguna dulzura, ningún refinamiento. Permítame, querida señora respondió la señora de Laroque; yo no aprecio en modo alguno los sacrificios estériles. El que yo me condenara á las privaciones más duras ¿á qué ó á quién aprovecharía?

Don León depositó en mi seno, que contaba a la sazón catorce o quince años, una muchedumbre de secretos que le atormentaban, casi todos pecuniarios, lo mismo que había depositado todos sus versos; me nombró pasante de la clase y me otorgó otra porción de testimonios de aprecio. Al cabo estas relaciones, conservándose no obstante la buena amistad, se rompieron bruscamente.

Lo único que vio y apreció en Rosa fue la forma, o por aproximarnos más a la verdad, la carne. No era apto para sentir ni aun comprender otras pasiones más subidas. Pareciole, así que la vio, un bocado apetitoso. Al cabo de algunos días de vivir cerca y contemplarla largamente en todas las posturas, concibió por ella una torpe y desenfrenada afición.

El gran escultor peruano murió loco el mismo día en que terminó el esqueleto, de cuyo mérito artístico hablan aún con mucho aprecio las personas que, en los primeros años de la Independencia, asistieron a la procesión de Jueves Santo.

Ya que Europa había caído en una demencia sanguinaria, él seguiría navegando por los mares lejanos. Gracias á su riqueza, podía mantenerse al margen de la lucha. Pero los tiempos cambiaban rápidamente; la vida era otra: todos los valores habían perdido su antiguo aprecio.

Te he visto nacer, como quien dice; he sido amigo de tu padre, y no puedo dejarte en medio del arroyo expuesta á la miseria y á la perdición... no eres para una mujer cualquiera, una querida que se toma y se suelta como un perro de caza... Á ti te he mirado siempre como cosa propia, y si algunas veces te maltrato es por la misma confianza que contigo tengo y por este genio polvorilla que Dios me ha dado... Pero eso no tiene que ver con el aprecio... Yo te aprecio, Soleá, porque eres buena y eres honrá... y eres decente, ¡vamos!... Y á fuerza de tiempo se toma cariño á las sillas, cuanto más á las personas... Y para que más de la verdad... á ti te he tomado más cariño que he tomado hasta ahora á ninguna mujer...