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Después le vio pasar a la acera de enfrente y seguir hasta el rincón de la escalerilla, como si fuese al café de Gallo. viii Como antes se ha dicho, a los pocos días de la desaparición de su mujer, Maxi empezó a echarla de menos, mostrándose receloso, y apeteciendo su compañía con cierta mimosidad impertinente que ponía furiosa a doña Lupe.

¡Ea, dejarme ya de Soleá! exclamó el guapo riendo. ¿Me van á dar ustedes jaqueca toda la noche? ¿No hay otra conversación más entretenida? Me hartaba esa niña... Un día ú otro tenía que suceder... Sucedió... ¿Qué le vamos á hacer?... Precisamente en este momento me están apeteciendo unas lonjitas de jamón. ¿Echamos un solo y las jugamos?... ¡Eh, niño! tráete una baraja... El Carnaval.

Las mil agujas de la lluvia se le clavaron en las mejillas y convertidas en lágrimas las bañaron completamente. Por algunos minutos gozó con voluptuosidad de aquel frío, apeteciendo que le penetrase en el cerebro y sosegase su desordenada actividad. La noche no era tenebrosa. A pesar del espeso toldo de nubes, la luz de la luna conseguía cernirse y esparcía una débil y triste claridad.

Sin inquietud por lo porvenir, sin sentimiento por lo pasado, no apeteciendo nada, no rechazando nada tampoco, su vida se deslizaba tiempo hacía como un sueño feliz, como una dulce embriaguez. Dejó caer el plomo de los deseos y las tristezas que le ligaban a la tierra.

Sus ojos chispearon y clavando en el monstruo una mirada irritada le dijo: ¿Sabes que me está apeteciendo agarrarte por las piernas y batirte la cabeza contra ese árbol? ¡Prueba á hacerlo! replicó el minero llevando la mano al bolsillo. No lo hago porque siendo malo como eres tendría que pagarte por bueno... que has hablado con Demetria ayer.

Sin embargo, cortó un pedacito de pan y empezó a roerlo gravemente con sus dientes blancos y menudos. Te profetizo que no tardarás en despachar ese plato de dulce, Martita... La cuestión es empezar... Ya verás, ya verás... Lo peor es que ya son las doce, y que a la hora de comer me voy a hallar sin apetito... Martita, no seas tonta y cómete ese dulce que te está apeteciendo...