United States or Nepal ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si me engañé en imprimir estas por disculpar aquellas, causa he tenido bastante, pues en toda España las siguieron y celebraron con grande escesoEn la biblioteca del duque de Osuna se guardan las comedias de Guillén de Castro: La tragedia por los celos, autógrafa. Al fin se lee: «Acabóla D. Guillén de Castro á 24 de diciembre de 1622 para Antonio de Prada

Las cartas de remisión con dedicatoria que envió Antonio Pérez á los principales personajes de Inglaterra, Burghley, Lord Southampton, Lord Montjoy, Lord Harris, Sir Robert Sidney, Sir Henry Unton, al mismo Conde de Essex , dicen lo satisfecho que había quedado de sus obras, y desautorizan otro de los conceptos de Bermúdez de Castro que debe rectificarse.

La nueva se halla traducida al italiano por un anónimo que dice oyó elogiar en Ferrara á Antonio Pérez como uno de los maestros en el arte cortesano. Despertada su curiosidad, pudo procurarse noticias que recopiló con el título de Vita et qualitá di Anton Perez; y pareciéndole que la carta era joya preciosa, no sólo procedió á traducirla, la estudió y comentó en volumen de 154 fojas.

Después de la batalla, la noche que ha precedido al día siguiente, han sido saqueadas casi todas las casas de los alrededores de Mâcón y muchas de la misma ciudad, como la mayor parte de los arrabales de san Antonio y la Barre.

Véase aquí cómo supo embarcarse en bajel seguro y mantener en su compañía a la veleidosa fortuna, su hermana querida y tutelar maestra. El ministro de Hacienda, D. Antonio Martínez, que ya le tenía en capilla para dejarle cesante de su pingüe destino en el Consejo, cejó en sus intenciones perversas.

A la muerte del comendador don Antonio de Ribera, del hábito de Santiago, su viuda, doña Inés Muñoz, fundó en 1573 el monasterio de la Concepción, tomando en él el velo de monja y dejándole su inmensa fortuna.

En algunos tomos no se determina tampoco el año de la fecha. 1 La Baltasara, de tres ingenios: la primera jornada de Luis Vélez de Guevara; la segunda, de D. Antonio Coello, y la tercera, de D. Francisco de Rojas. 2 No siempre lo peor es cierto, de D. Pedro Calderón. 3 Lo que puede el oir misa, del Dr. Mira de Mescua. 4 La exaltación de la cruz, de D. Pedro Calderón.

Ha muerto lo mismo que un pájaro decía con largas pausas, cortando las palabras con sollozos . Su madre lo tenía sobre las rodillas.... Yo trabajaba... «¡Antonio, Antonio! me grita ; veas qué tiene el chico; mueve la boca, hace muecasAcudo. Tenía la cara ennegrecida... como si la cubriese un velo.

Á fin de remediar tanto mal, envió el Rey á Gálvez de visitador á Méjico, y algo más tarde envió al Perú, con la misma misión, á D. Juan Antonio de Areche. En esta expedición fué á Lima D. Fadrique. Allí se encontraba cuando tuvo lugar la rebelión de Tupac-Amaru.

De allí pasaron á las casas de D. Manuel Herrera, del capitan Menacho, y de su cuñado D. Antonio Quiros, á quienes distinguian con iguales honores.