United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


»Y pasaron tres días más; y Luz, que hasta entonces había vivido con ánimos prestados, comenzó a animarme a y a sonreírme..., ¡ella, que ni para sonreírse tenía ya fuerza! ¿Cómo entender aquella crisis, Dios mío! ¿Iluminaban otros soles más alegres sus días? ¿Se iniciaba una reacción dichosa en su extraña enfermedad? », todo esto era cierto; pero de muy distinto modo que lo entendía yo.

Decidme una sola palabra de afecto, ya que no de amor y ella bastará para animarme y sostenerme en vuestra ausencia, más mortal mil veces que todos los peligros de la guerra. Pero ¡ay de ! os he atemorizado con mis palabras, ofendídoos quizás.... La conmovida doncella se había llevado las manos al pecho y por dos veces trató de replicar, pero inútilmente.

Si salgo solo, se me agua la fiesta. Voy a dar una sorpresa al tío Manolo, y a conocer a las primas, que sólo las he visto cuando eran unas mocosas.... Si ahora me desanimo, no vuelvo a animarme en diez años. Ya he mandado a Primitivo que ensille la yegua y ponga el aparejo a la borrica.

No subí a grandes alturas, porque no me tentaban mucho los espectáculos de esa casta, ni tampoco hicieron mis rudos guías grandes esfuerzos para animarme a vencer las inclinaciones de mi complexión relativamente perezosa; pero no dejé por eso de satisfacer mi escasa curiosidad en la contemplación de hermosísimos panoramas.

Por , yo podría haberme estado así siglos enteros, dando vueltas alrededor de ella sin animarme nunca a decirle nada; pero, cuando el viejo se deslizó dentro de la pieza con la agilidad de un hurón, gritando: «¡Vamos! ¡el pastor está esperando!...» me enfurruñé, como si eso hubiera contrariado mis intenciones. Ofrezco el brazo a Yolanda... Ábrense de par en par las puertas.

Villa se encontraba en felicísima disposición, alegre y chancero, que hubiera dado gozo a cualquiera y le hubiera despertado el contento. Pero yo, en vez de animarme, me fui poniendo cada vez más sombrío, y con el egoísmo del que padece ansias de amor, a riesgo de cortar aquel torrente de alegría que le inundaba, me puse a contarle con todos los pormenores lo que me estaba sucediendo.

Para animarme solía yo discurrir allá en mis adentros: hemos gastado más de lo que podíamos gastar en una pobre e inútil defensa, y hemos perdido al fin nuestras ricas colonias, pero nadie podrá acusarnos, con justicia, de malos colonizadores, ni de nación estéril, cuando tan vastos territorios han permanecido en nuestro poder cerca de cuatro siglos y cuando de esta nación han brotado, como de tronco lleno de savia las ramas verdes y floridas, diecisiete repúblicas de gran porvenir, donde circula nuestra sangre, donde queda indeleble el sello de nuestro propio ser y carácter y donde sigue y seguirá hablándose nuestro idioma.

Preguntó por los amigos, y respondió, con un chillido crespo, que habían ido a buscar. Estuvimos solos hasta que dieron las doce, pasando el tiempo él en animarme a la profesión de la vida barata, y yo en atender a todo. A las doce y media entró por la puerta una estantigua vestida de bayeta hasta los pies, punto menos de Arias Gonzalo, que al mismo Portugal empalagara de bayetas.

Pascuala y yo nos escondimos allí dentro, y nos sentamos en un rincón temblando de miedo. ¡Cómo gritaban! Después sentimos muchos golpes ... decían que iban á matar á uno. Nosotras nos pusimos á llorar: Pascuala se desmayó; pero yo procuré animarme, y juntas empezamos á rezar de rodillas delante de la Virgen que está allí dentro.

El criado se adelantó, y descubriéndose me dijo: ¿Usted es el señor que ha de ir a la hacienda? . Pues... ¡aquí están los caballos! Cuando usted lo disponga.... Entré, y me desayuné muy de prisa, sin apetito, abatido, silencioso. Tía Pepa se sentó a mi lado. Trataba de animarme, y hacía esfuerzos para disimular su pena. Llegó la hora de partir. No quise irme sin decir adiós a la enferma.